DELITO EN LA CALLE COMERCIO:
EL ASESINATO DEL CÓNSUL DE COSTA RICA EN LA CIUDAD DE LA PAZ EN 1901
Ramón Amador Victoria
Agonizaba el mes de octubre del remoto año de 1901, cuando se suscitó en la ciudad de La Paz un delito inusitado, a la vez que un tanto macabro, por aquellos años; uno de esos crímenes que pareciesen narrados a la manera de Poe, con tintes de Dostoievski.
Y es que a los 26 días del mes de octubre del año de 1901, el Jefe Político interino del Distrito Sur de la Baja California se dirigió en un comunicado con la Secretaría de Relaciones Exteriores y con el Secretario de Gobernación, con el fin de informar lo relativo al caso de un homicidio ocurrido en la ciudad de La Paz, perpetrado en la persona de Don José Horacio Hidalgo, cónsul de Costa Rica, a manos de Genaro Bustamante, quien se presentó personalmente, haciendo su confesión y explicando gráficamente sobre un croquis la reconstrucción de los hechos ocurridos sobre la calle Comercio (calle Carlos M. Esquerro en la actualidad) y la antigua calle La Paz (cerca de la calle Puerto que hoy en día es la calle Agustín Arriola M.). En el plano se observa el recorrido de Genaro Bustamante después de cometer el crimen: caminó por la calle Comercio hasta la calle Puerto, dio vuelta a la izquierda por el callejón Progreso, cruzó la calle Central pasando por la plaza y el mercado subiendo la calle primera hasta llegar a la cárcel pública (actuales calles Esquerro, Agustín Arriola, 21 de Agosto, 16 de septiembre y Belisario Domínguez).
Plano de la zona de la ciudad de La Paz donde se localiza el sitio donde se cometió el asesinato en el cruce de las calles Comercio y La Paz hasta el sitio donde se encuentra la cárcel pública en la loma norte en la calle primera entre Independencia y Ayuntamiento. Acervo cartográfico: MDP Núm. 132/ Mapoteca/ Planero/ Gaveta núm. 8, AHPLM, La Paz, BC. 1 diciembre 1901.
Todo parece indicar que se trató de un delito inusual y sorprendente, dado que las primeras palabras expresadas por el Jefe Político al Señor Teniente-Coronel Don Abraham Arróniz, en la minuta, fueron las siguientes:
“Señor de todo mi respeto y estimación:
Poseído de profunda pena, tengo que comunicar a usted un acontecimiento altamente desagradable que ha conmovido muy juntamente a esta sociedad: uno de esos crímenes que no es dado a las autoridades el proveer ni evitar”.
Enseguida, el Jefe Político comenzó a explicar los pormenores del acontecimiento. Genaro Bustamante comentó que tenía planeado abandonar la ciudad de La Paz e irse a Santa Rosalía, por lo que consultó con el señor Enrique Rike para traspasar un pequeño tendejón que tenía. Convenidos en esta operación, Bustamante se dirigió con el señor José Horacio Hidalgo, gerente de la razón social Hidalgo y Cía., de la que Bustamante siempre había recibido ayuda. El Sr. Hidalgo decidió ayudar a Bustamante para que este se marchase de la ciudad, y a la misma vez aprovechó la oportunidad de hacerle pagar la cantidad de “ciento y pico de pesos” que le debía. Llamado por el señor Hidalgo para tener un arreglo, Bustamante pactó la realización del pago de su deuda antes de salir de la población. Bustamante acordó saldar su deuda con lo que produjera la venta de su pequeño comercio al señor Rike. Cuando el señor Hidalgo se enteró de que su deudor estaba próximo a salir en un vapor, y que trataba de evadir su compromiso, le mandó informar una demanda de arraigo que impidió al Bustamante, “el malhechor”, embarcarse como en efecto lo tenía planeado.
Encontrándose, así las cosas, Genaro Bustamante preparó su “malhablado” proyecto. Se dirigió la mañana del 25 de octubre a la botica del cónsul Hidalgo, en donde esperó a que “Don Pepe” pasara como de costumbre para su comercio, apoyándose en sus dos bastones debido a que sufría de parálisis. Cuando Bustamante observó que su víctima se aproximaba, se dirigió a ella, asestándole sin más ni más la apuñalada que lo derribó en la tierra, y que la muerte lo reanimó en unas cuantas horas.
Bustamante hizo bien premeditado su plan, no cabe la menor duda, porque además del cuchillo con el que cometió el delito, cuchillo de 32 centímetros que mandó afilar la víspera del crimen, tenía una pistola calibre 44. Al respecto, el Jefe Político escribió:
“Tantos preparativos para atacar a una persona tan indefensa e importante como el señor Hidalgo; tanta maldad para quitarle la existencia a un hombre honrado que siempre fue objeto de consideraciones de cuanto le conocían, ha dado motivo a que esta sociedad esté alarmada”.
Lo que hace extraordinario a este crimen es que, según la información, una vez que Bustamante realizó el delito, él mismo por voluntad propia decidió entregarse a las autoridades de la cárcel pública de la ciudad, la cual no se encontraba nada lejos de donde se realizaron los hechos; sin embargo, en su trayecto, el asesino se deshizo de sus pertenencias, tales como un cuchillo y una pistola como se ilustra en el plano.
En el proceso instruido contra Genaro Bustamante, la Secretaría del Juzgado de 1ª Instancia del Partido Sur del Territorio de la Baja California, servida por testigos de asistencia, informó a los quince días del mes de febrero de 1902, que, a la edad de 55 años, “el Sr. Genaro Bustamante falleció de “inanición” el día 11 del mes de febrero a las 4 horas con 10 minutos, después del mediodía, dentro de la cárcel pública de la ciudad. La Paz”. Tal parece que el reo falleció a causa de la forma más extrema de malnutrición, los detalles al respecto no fueron expuestos.
Genaro Bustamante (a) “mano gafa”, procesado por el delito de homicidio perpetuado en la persona del sr. José Horacio Hidalgo, cónsul de Costa Rica. Acervo documental: AHPLM/ Vol. 326/ Doc. 595/ Exp. 17/ Año: 1901 47FF. No. Inventario: 02030. AHPLM, 1901.
En fin, el caso del crimen cometido por Genaro Bustamante a José Horacio Hidalgo, cónsul de Costa Rica en la Ciudad de La Paz en el año de 1901, resulta revelador por la reconstrucción de los hechos ocurridos, donde el presunto responsable del delito se presentó personalmente, haciendo su confesión y explicando lo acontecido.
A mi modo de ver este relato asociado a la imagen del plano de la ciudad de La Paz que se incluye, enriquece la historia urbana de nuestro bello puerto, que, si bien es una anécdota lúgubre, no deja de transportarnos a tiempos remotos, tiempos a los que sólo es posible trasladarnos gracias a estos valiosos escritos.
La Paz, Baja California Sur, a 25 de mayo de 2020.
REFERENCIA DOCUMENTAL:
Archivo: Homicidio perpetuado en la persona del señor Don José Horacio Hidalgo, cónsul de Costa Rica, por Genaro Bustamante (a) “mano gafa”. Se da cuenta a la superioridad, consultado del Archivo Histórico Pablo L. Martínez. Ramo de Justicia. Exp. 17 (IV/V-326/E-17/47FF) Año: 1901. Contiene: una fotografía de Genaro Bustamante (Blanco y negro) catalogada en el Acervo Fotográfico del AHPLM, con el número de inventario 02030; y un Croquis de la calle Comercio, en el Centro de la ciudad de La Paz. Localización: MPD número 132/ Mapoteca/ Planero/ Gaveta número 8. (En proceso de catalogación en el fondo documental asociado a la imagen del Archivo Histórico de la Palabra y de la Imagen, AHPICedohu).