Terreno Baldío ubicado en el primer cuadro de la ciudad entre las antiguas calles Tercera, Central y Cuarta (AHPLM, f.5,1912)

A manera de antecedente podemos decir que, en el año de 1855, el Jefe Político José María Blancarte envió un oficio al Intendente del Puerto de La Paz a fin de que ordenara el levantamiento de un plano para el arreglo de sus calles, solares y fincas, nombrando una “persona que sea capaz de hacerlo”. (Reyes, 2012:67). A partir de las siguientes décadas la traza de La Paz se extendería de manera regular y homogénea trazada a partir de un eje central donde se asentaba el edificio de gobierno, la plaza y la iglesia buscando mostrar un eficiente ordenamiento, un fácil sistema de distribución y ubicación de los hogares. (Zamora, 2012:52-53).

    Basados en el plano levantado por el agrimensor Guillermo Denton en 1861 y modificado en 1886 (en nomenclatura y numeración), por lo que se asienta en la instrucción 5ª, se desprende que la nueva traza se dibujó en forma de damero, característica de las formaciones urbanas coloniales, donde el eje central del dibujo era la plaza y a su alrededor las sedes del poder civil y eclesiástico.  Hay constancia de la nomenclatura que se previó para la apertura de las nuevas calles, 30 en total, la cual se distinguió por mezclar nominaciones de hechos históricos, héroes nacionales y topónimos prehispánicos y coloniales; mientras para aquellas vías que se encontraban donde se asentó la población primigenia, que eran 11, se les bautizó con nuevos nombres, que se correspondían principalmente con la actividad económica que ahí se desenvolvía, en lugar de aquella denominación que se distinguía por los apellidos de algunos de los vecinos más pudientes económicamente. (González, 2016: 86).

      Abriéndose camino entre propiedades y conectando nuevas rutas de desplazamiento estas nuevas calles facilitaban el desplazamiento de la población. El caso de la apertura de la muy conocida Calle Reforma tuvo una serie de inconvenientes entre propietarios de la manzana. Iniciando en noviembre del año 1912, el Ayuntamiento había dictaminado en cabildo, acercarse con los dueños de solares que interceptan la futura Calle Reforma entre las Tercera y la Cuarta, a fin de ver si fuese posible abrirla al tránsito público.

     Siendo cuatro los personajes que poseían solares que ocupaban la parte por donde tenía que pasar la referida calle: el señor Felipe Delgado, Sra. Manuela Clement, Sr. Gabriel Santisteban y la Sra. Gertrudis Cuadras. Se logró llegar a mutuos acuerdos y contratos respectivos entre algunos de los ciudadanos:

    “El primero [Felipe Delgado] cede el pedazo de solar que le corresponde y que tiene una extensión de 20 metros, que es el ancho de la calle a la línea de la calle cuarta, y 21 al fondo, siguiendo la línea de la que se trata de abrir; y pide como indemnización un solar baldío en algún lugar de la ciudad.

     La Sra. Clement, ocupa el centro de la manzana por donde tiene que atravesar dicha calle, y pierde de su solar, 6.60 metros por su lado Este; 17 metros por el Oeste y 22 por el Norte, con una superficie como de 300 metros cuadrados: esta señora está conforme en ceder esa parte de su solar, bajo la condición de que se le ponga su casa a línea de la calle, y se le dé una fracción de solar perteneciente al Sr. Santisteban que va a quedar a un lado del solar que ella resta.

     El Sr. Santisteban pierde 640 metros cuadrados que mide la fracción de su solar que ocupa la calle y, además, 200 metros cuadrados que tiene el solar que pide la Sra. Clement, habiendo un total de 840 metros cuadrados. Este Sr. Pide como indemnización un solar que forma la esquina de la manzana número 50, y que tiene por colindancia la calle Cuarta, Central al Norte y al Sur con propiedad del mismo señor y de la señora Isabel H. Viosca.

    La Sra. Gertrudis Cuadra, no se presta, en ninguna forma, para arreglo alguno; por lo tanto, “el Sr. Delgado como el Sr. Santisteban, han desocupado la parte del solar que les corresponde, y han colocado ya estantes a la línea norte de la calle por abrirse. El cambio de la casa de la Sra. Clement, sacará un costo de $25.00, encontrar algún material que se pueda y se tenga que reponer.” (AHPLM, 1912-1915: Docto. 34).

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    Todo marchó bien para la apertura de la nueva calle, los inconvenientes surgieron con la redistribución de las propiedades solicitadas por los ciudadanos que cedieron parte de sus solares, principalmente con el Sr. Santiesteban. El ayuntamiento de La Paz había cedido un Solar al señor Santiesteban ubicado en la manzana 103 con las dimensiones:

     69 metros frente a la calle “Central”

     31 metros frente a la calle “Cuarta”

     17.4 metros colindante al solar de G. Santisteban, hacia el Norte

     20.5 metros colindante al solar de Doña Isabel de Viosca

     33 metros colindante al mismo solar de la señora de Viosca

    No obstante, la adjudicación del terreno por parte del ayuntamiento y cabildo, cometió un error, dado que este solar baldío se encontraba en propiedad del señor Rafael Padilla. La denuncia del ciudadano Padilla sobre la usurpación comenzó a finales de 1912 teniendo su resolución hasta inicios de 1915.

   La carta del demandante manifestaba y exigía la devolución de la propiedad o el otorgamiento de una nueva:

    “Pero como ahora según el decreto acordado el once de febrero del corriente año por este H. Ayuntamiento, han quedado nulificados los actos ejecutados por el mismo, durante el periodo de la nefasta administración del usurpador Huerta, el acuerdo a que me refiero ha quedado sin efecto, por lo que, a usted, señor presidente y a esa H. corporación que tan dignamente preside, pido que previos los tramites respectivos se sirva adjudicarme el solar de referencia, en lo que recibiré gracia y justicia.”  (AHPLM, 1912-1915: Docto. 34).

     Teniendo una respuesta un tanto favorable hacia el Sr. Padilla, los Regidores Felipe R. Cota y Eduardo S. Carrillo junto al presidente municipal. A. E. Allison dictaminaron en 1915, lo siguiente:

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     “en cumplimiento del oficio de usted núm. 1 fechado ayer, relacionado con el denuncio de un solar baldío que hace al C. Rafael Padilla. Nos permitimos opinar:

      PRIMERO: el C. Rafael Padilla. En uso de sus derechos, en enero de 1912 presentó la debida forma, un denuncio por el solar de que se trata. Habiendo satisfecho el depósito precedente en la tesorería municipal, según el comprobante que aparece en el cuerpo del expediente.

    SEGUNDO: con el hecho de existir este denuncio, en opinión de los suscritos, el ayuntamiento no debió en ningún caso dar posesión de él a una tercera persona. Mayormente que, según se desprende del texto del citado expediente, solamente la falta de una resolución del cabildo hizo que con anterioridad no se hubiera dado posesión al ocurrente.

      TERCERO: que en todo caso análogo. El ayuntamiento podrá desechar los denuncios que se le presenten de terrenos baldíos. Cuando dichos terrenos estén dedicados a algún uso público o que de su enajenación resulte perjuicio de tercero. En consecuencia, salvo la más acertada opinión de esa H. corporación, somos parecer que toda vez que se acordó enajenar esa fracción de terreno baldío, debe en justicia concederse al C. Rafael Padilla, y que para que el Sr. Santiesteban se le indemnice al solar de su propiedad que se ocupó al abrir la Calle “Reforma”, se lo deje en libertad para que designe otro solar de los baldíos que existen en el fundo de la población, haciéndole saber lo improcedente de la determinación tomada por el ayuntamiento que fungía que se le concedió ese solar que de hecho ya no le pertenecía. Al devolver a usted en siete fijas útiles, el expediente que sirvió remitirnos, le protestamos nuestra atenta consideración. La Paz. F. C. mayo 15 de 1915. Eduardo S. Carrillo. Felipe R. Cota. Al C. Presidente municipal, presente.

    Acordando: “El denuncio que con fecha 27 de enero de 1913 presentó el Sr. Rafael Padilla deberá seguir los trámites correspondientes. Pase a conocer al Sr. Gabriel Santiesteban esta resolución a fin de que elija un solar baldío para la apertura de la Calle “Reforma” entre las calles “Tercera” y “Cuarta”.

     El C. Rafael Padilla denunció y pidió que se le adjudicara un lote baldío que se hallaba en la manzana 203 (doscientos tres) cuyo valor se le dio a enterar a la Tesorería Municipal y el Ayuntamiento, siendo las siguientes su ubicación y dimensiones:

      Al Norte con la calle Central y mide 69.15 metros colinda al Sur con la finca que fue del finado José María Sandoval y con propiedades del señor Gabriel Santisteban, midiendo 32.37 metros hasta el vértice de un ángulo que forma la primera propiedad y 26.80 metros del vértice al extremo siguiente y 22 metros con la segunda propiedad y al Este con la calle Cuarta y mide 40.85 metros teniendo una superficie total de 1201.10 metros cuadrados.

    Siendo puesto en posesión del solar referido al señor Rafael Padilla, y, por tanto, podría mantenerlo en su libre uso, aprovechamiento y dominio que le corresponde, quedando por su parte obligado a dar cumplimiento a lo que para su amparo dispone el Reglamento de Solares vigente. Teniendo en constancia de lo cual, y a fin de que sirva de título para que resguarde la propiedad que ha adquirido, se le extendió el presente en La Paz, a catorce de diciembre de mil novecientos quince.