Crónicas Urbanas
No.7
Un plano del puerto de La Paz de 1847 (*)
Gilberto Piñeda Bañuelos
La guerra de ocupación de los Estados Unidos a México de 1846 a 1848 pareciera muy alejado en el tiempo y en el espacio, pero no es así. Antes de la guerra, para 1836 en toda la península de Baja California había cerca de 6 mil 500 habitantes de los cuales casi 4 mil 500 se concentraban en la parte sur, datos que aparecen en el informe del jefe político y comandante militar coronel Miguel Martínez, que si los contrastamos con los más de 40 mil personas que se estima vivían en la península de la California antes de la ocupación española, es evidente el genocidio del mundo indígena, pues en el siglo XIX prácticamente la totalidad de indígenas habían desaparecido, solo quedaban unos cuantos y solo en el extremo norte de la península.
En la guerra de ocupación los estadounidenses pensaron en quedarse con la península de Baja California, afortunadamente, al final no fue así. Declarada la Guerra en 1846, llega a La Paz el buque de la armada “US Cyane”, al mando del comandante Dupont que ocupa el puerto y somete al jefe político Francisco Palacios Miranda que no opuso resistencia, sino por el contrario se puso del lado del ejército estadounidense de ocupación, aunque el comandante Dupont se retiró pronto dejando solamente un grupo de militares estadounidenses en el puerto.
Ante la traición de Palacios Miranda, la diputación territorial reunida cerca de San José del Cabo nombra a Mauricio Castro como jefe político de Baja California aunque el primero se mantiene en La Paz sin dejar el cargo, al mismo tiempo que el capitán Montgomery a bordo del buque de guerra Portsmouth arriba al puerto de San José del Cabo sin que hubiera resistencia aparente de la población y en julio de 1847 se retira del sur de la península y se envían a La Paz dos compañías de voluntarios de Nueva York; los paceños no ofrecieron resistencia, a diferencias de los josefinos, muleginos y comundeños quienes exigieron al gobierno central armamento para defender el territorio y rechazaron la presencia del ejército estadounidense y la jefatura de Palacios Miranda.
Hay que recordar que mientras el comodoro Schubrik proclama que “la bandera de los Estados Unidos está destinada a ondear para siempre en las Californias”, el comandante Burton aliado con el depuesto Palacios Miranda en La Paz, se enfrenta con la resistencia que venía del norte y del sur a La Paz al mando del capitán Pineda. Ya se había firmado el tratado Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848 y con él la entrega en propiedad de toda la franja norte del territorio nacional a los Estados Unidos, sin embargo, para marzo de ese año el capitán Naglee ocupa La Paz con un ejército de 217 hombres capturan al capitán Pineda, al padre Gabriel González y a Mauricio Castro.
El ejército estadounidense se mantiene en La Paz hasta el 1 de septiembre de 1848 cuando el Comodoro Jones regresa el territorio ocupado por los Estados Unidos a Mauricio Castro en su calidad de jefe político; mientras que dos días antes, el 30 de agosto Palacios Miranda, ex jefe Político y el padre Ignacio Ramírez jefe superior de la diócesis con alrededor de 300 paceños se embarcan por decisión propia en los buques Southampton y Lexington rumbo la nueva California conquistada durante la guerra de ocupación.
Con motivo de la intervención, los estadounidenses elaboraron un plano del puerto de La Paz como herramienta militar de reconocimiento y movilidad en el territorio ocupado, como suelen hacer los invasores. La crónica gráfica del plano de 1847 no puede ser comprendida si no lo traemos al presente, es decir a la traza urbana actual.
Entonces, a la distancia, este plano que ya fue estudiado por una tesista del Colectivo de Historia Urbana en la Maestría en Historia Regional de la UABCS resulta interesante para una explicación primigenia de la morfología urbana; pues si bien su dibujo tuvo un objetivo militar para planificar la ocupación del ejército estadounidense, en él podemos encontrar algunos rasgos urbanos de la época en el puerto y sus alrededores (en ese entonces los alrededores de La Paz empezaban a partir de la actuales calle Bravo hacia el sur y Guillermo Prieto hacia el este) como por ejemplo los caminos de acceso, algunas edificaciones relevantes, la mancha urbana con traza de manzanas irregulares en la parte baja y sin traza en la parte alta donde estaba dispersa la poca población que había (cerca de un millar de personas).
Para empezar, en el dibujo del plano se ubicó el cuartel del ejército estadounidense en la loma sur de la manzana actual formada por las calles Revolución, Degollado, Madero y 16 de septiembre, enfrente donde se encontraba en aquel año el templo de la iglesia que sería en algún lugar de la actual manzana formada por las calles Revolución, Ocampo, Madero y Degollado; muy cerca de ahí a unos cien metros estaba el inicio de dos caminos, uno que iba en diagonal rumbo al sur, específicamente a San Antonio (prácticamente el mismo trazo actual, solo que ahora la diagonal es el Boulevard Forjadores desde la avenida 5 de febrero) y otro rumbo al suroeste que iba hacia El Zacatal que era una ranchería que estaba cerca donde hoy se encuentran las lagunas de oxidación de la ciudad.
Hay otros tres caminos en la loma norte que parten de las actuales calles 5 de Mayo, Madero, Independencia y Belisario Domínguez que van hacia el este, uno que va paralelo a la costa rumbo al cerro de La Calavera, otro rumbo al arroyo de El Cajoncito que seguramente pasaría al costado norte del cerro del Piojillo y un tercero rumbo al cerro Atravesado; los tres caminos partían del viejo cuartel ubicado en las actuales calles Belisario Domínguez entre Independencia y 5 de mayo; este último camino pasaba a un costado del panteón que estaría ubicado relativamente alejado del templo de la iglesia, en las actuales calles de Independencia, Guillermo Prieto, Reforma y Serdán. Son caminos que seguramente conducían a rancherías de los alrededores de La Paz o en el caso del camino costero, probablemente a las salinas naturales que había hacia el norte del puerto, aunque para llegar a ellas había que rodear un estero que se presume estaba lleno de manglares, muy grande, que si lo quisiéramos ubicar en el presente sería el límite del actual barrio El Esterito en la colonia Colina del Sol y que seguramente abarcaba hasta la calle Guillermo Prieto o más allá, probablemente hasta la calle Altamirano.
Algo relevante del plano de 1847 es por un lado que el puerto todavía no cuenta con algún embarcadero y por lo tanto el canal de la ensenada de La Paz sirve de fondeadero de las embarcaciones mayores movilizando mercancías y personas hacia y desde el puerto en embarcaciones menores de remo y canalete; y por otro lado, la línea de costa llegaba a los límites del arranque de la pronunciada pendiente de los paredones de tierra hacia la loma norte y la loma sur divididas solo por el gran arroyo central, que es la actual calle 16 de septiembre y una parte plana, que había sido el delta del arroyo central que va de la actual calle 16 de septiembre a la actual callejón Lerdo de Tejada, donde se ubicaban las únicas seis manzanas irregulares ya definidas donde se habían construido cerca de medio centenar de edificaciones de material consistente y otras tantas en las lomas probablemente de material menos consistente que se pueden contar en el plano.
Las edificaciones más destacadas se encuentran un almacén comercial localizado en la loma sur muy cerca del templo de la iglesia que en la actualidad estaría sobre la esquina de Madero y Degollado; en la parte de abajo en esa misma dirección se encontraba un molino de viento y un poco más abajo la casa de Antonio Belloc que fue uno de los primeros comerciantes acaudalados en el puerto y que al parecer en 1817 le habían sido otorgado un sitio conocido como “Los Aripes” y para 1857 se dice que ya era dueño de cinco fincas en el puerto de La Paz; también están dibujadas en el plano de 1847 dos casas del entonces jefe político Francisco Palacios Miranda, una de ellas, la más grande fue destruida en los combates por la resistencia sudcaliforniana que se encontraba cerca del arroyo central que hoy sería a un costado de la esquina de la calle Esquerro y 16 de septiembre; la otra en la loma sur frente al almacén comercial.
Finalmente, se observa claramente en el plano la existencia de otro arroyo hacia el sur del arroyo central que en la actualidad sería la calle Rosales donde hay una extensa entrada de agua, que si la quisiéramos ubicar en el presente la línea de costa llegaría hasta el callejón mutualismo, desde la calle Lerdo hasta la calle Rosales, que es la superficie ganada al mar en el proceso histórico de urbanización del puerto de La Paz en el siglo XIX; otra parte ganada al mar en el tiempo fue décadas más tarde lo que ahora conocemos como el malecón.
(*) Publicado en la página de Opinión de El Sudcaliforniano el sábado 30 de mayo de 2015.
Doyce B. Nunis jr., The mexican war in Baja California. The memorandum of captain Henry W. Halleck Concerning his expeditions in lower California, 1846-1848, Dowson´s Book Shop, Los Angeles, 1977, p. 45. Las indicaciones en el mapa son las siguientes: 1)posición principal de los norteamericanos, 2) Iglesia, 3)Edificio comercial, 4) Casa del Gobernador Palacios Miranda, 5) punto fortificado, 6) Molino, 7)Casa de Antonio Belloc, 8)punto de mayor penetración del avance de los mexicanos, 9) casa del Portugués, 10) Viejo cuartel, 11 y 12) Posición de los hombres de Steel en el ataque del viejo cuartel, 13) Cementerio, 14) Otra casa de Palacios Miranda (destruida por los mexicanos), 15) Arroyo, 16) Cuartel de los norteamericanos.