Crónicas Urbanas
No.2
¿Centro histórico? o centro histérico.
"Adiós a la Esquerro y la Belisario"
Gilberto Piñeda Bañuelos
“Tal parece que ahora, al paso que vamos, y si las instrucciones recibidas por los arquitectos no cambian, pronto esta zona dejará de ser el <<Centro Histórico>> y será, sin lugar a dudas, el Centro <<Histérico>>. Ya empieza a serlo”, así termina un artículo titulado “Requiem por la calle Esquerro” que escribió Francisco Aramburo Salas, Paquito Arámburo como cariñosamente le conocemos los paceños, publicado en éstas mismas páginas (El Sudcaliforniano, miércoles 21 de enero de 2015).
Valdría la pena reescribir este artículo aquí, y creo que por su importancia lo haré transcribiendo algunas fracciones del texto. Dice Paquito Arámburo sobre la calle Esquerro (que es exactamente lo mismo que lo que está sucediendo en la subida del Teatro Juárez por la Belisario Domínguez): “Quienes conocimos en el pasado la antigua calle Esquerro en el corazón del Centro Histórico de nuestra ciudad, nos ha llenado tristeza ver cómo quedó. Tal parece que esta calle, que es una importante y concurrida vía comercial, la convirtieron (o por lo menos eso pretendieron) en algo así como algo un tranquilo paseo, un malecón, una calle peatonal a la cual se va a pasear, a descansar a tomar un refresco y no una rua comercial, activa, y llena constantemente de vehículos buscando a vuelta y vuelta estacionamiento para entras en sus bancos, en sus tiendas y demás negocios que se encuentran en ese lugar… Un factor importantísimo en la planeación urbana es espacio para el estacionamiento. No hay que olvidarlo… Ahora la calle se mira deficiente, tristemente dañada, incapacitada, estrangulada, sofocada, sin respiración, en la cual es difícil transitar entre sus glorietas, adornitos, estorbosos recovecos y curvas exageradas, y con mayor dificultad se batalla para encontrar donde estacionarse en ambos lados, como se podía antes. Aparentemente los únicos que salieron ganando son los estacionamientos de paga…”
Esta opinión es muy importante para la preservación del carácter HISTÓRICO del Centro pues una de las razones históricas de ese artículo a mi modo de ver está asociado a los rasgos históricos de La Paz a lo largo del siglo XX, es decir con la aparición de los vehículos automotores que durante décadas se estacionaron frente a las banquetas del Centro Histórico de la Ciudad en una traza irregular en la parte baja pero con líneas rectas, y no de formas orgánicas reduciendo los arroyos de las calles como ahora se “moderniza” modificando la traza urbana original, y esto, poco le importó al INAH, al Ayuntamiento y al Gobierno del Estado que son los involucrados en nuevo proceso de urbanización del centro histórico.
No sé si Marcos Covarruvias Villaseñor (Gobierno del ESTADO), Esthela Ponce Beltrán (AYUNTAMIENTO) y María de la Luz Gutiérrez (INAH) sean paceños de nacimiento, pero La Paz histórica, la de Antes, tanto la del siglo XX que es la que describe Paquito Arámburo; así como la más antigua la del siglo XIX que ha sido estudiada por nosotros una y otra vez; vemos ahora que con las “modernización” que han autorizado al por mayor en calles, banquetas y edificaciones modernas, empiezan a dejar en el olvido la Historia Urbana de la Paz; parece que puede más el interés privado que el interés público.
La bandera del gobierno es la pavimentación de miles de metros cuadrados en toda la ciudad y en todo el estado, entonces la misma pavimentación de concreto hidráulico en calles y banquetas que construyeron es exactamente la mismo CON LA MISMA IMAGEN URBANA fuera del primer cuadro de la ciudad que en el centro histórico. Pregunto a Marcos Covarruvias, a Esthela Ponce y a María de la Luz Gutiérrez: ¿para ustedes es lo mismo el centro histórico de la ciudad que el resto de la ciudad?... Para mí no.
La ciudad que ahora conocemos, la que sale hacía Pichilingue, la que sale al centenario, la que sigue la carretera al sur, la que sube a los cerros hacia el este y noreste; esta ciudad de hoy, nació en algún lugar, y ese lugar lo forma ahora un polígono que se forma aproximadamente siguiendo las calles Rosales, Altamirano, Morelos y Paseo Álvaro Obregón, y se extiende a los barrios de El Esterito y el antiguo Manglito que son los barrios históricos de La Paz junto con el Centro. Pues bien, esta parte de la ciudad, tan sólo el trazo de sus manzanas, de sus calles y callejones, fueron las originales y por lo tanto es PATRIMONIO CULTURAL de los paceños.
Aunque la urbanización, como por ejemplo lo que hicieron con la Esquerro y lo que están haciendo con la Belisario, va acabando poco a poco con el carácter histórico del Centro, sin embargo, todavía quedan vestigios de la arquitectura tradicional paceña en algunas edificaciones y afortunadamente todavía quedan algunos inmuebles simbólicos que al paso que vamos, como dice Paquito Arámburo, no tardan en ser modernizados y desaparecer para siempre. Espero que no se les ocurra por ejemplo la “modernización” del predio posterior a la antigua Casa de Gobierno, precisamente en la prolongación de la Belisario, como se le ocurrió al último gobernador militar que hubo en la entidad, el general Bonifacio Salinas Leal, que la destruyó por completo, y construyó un conjunto de dos manzanas modernizadas en el centro (edificios públicos, cine auditorio, nueva plaza sin kiosko).
Por lo que están haciendo ahora Marcos Covarrubias, Esthela Ponce y María de la Luz Gutiérrez; seguramente que no verían con buenos ojos que apareciera por arte de magia una política pública cultural como la que implementó Ángel César Mendoza Arámburo para el Centro Histórico en el periodo de 1975-1981 que fue destruir algunas de las edificaciones modernas que había hecho el general Salinas Leal que atentaban con la memoria histórica-cultural del pueblo paceño y asumió la responsabilidad de reconstruir los antiguos símbolos arquitectónicos de los paceños como son la Casa de Gobierno y el Kiosko del Malecón.
Ahora con la política pública modernizadora, la Antigua Casa de Gobierno reconstruida parcialmente, como otros lugares del centro histórico están en peligro. Para el caso de la casa de Gobierno, es URGENTE completar lo que Angel César no puedo hacer por falta de presupuesto (así me lo contó en una larga entrevista videograbada que le hice sobre la antigua Casa de Gobierno que había reconstruido parcialmente), es decir, rescatar por expropiación para utilidad pública el predio y reconstruir toda la manzana como la antigua Casa de Gobierno tal como era y hacer ahí el Museo de la Ciudad de La Paz junto con el Centro de Artes, Tradiciones y Culturas Populares; y por otra parte, rescatar del INAH el estudio histórico de factibilidad para declarar el centro histórico de La Paz que elaboramos en el Colectivo de Historia Urbana de la UABCS, y que seguramente ya se encuentra en el bote de la basura, pues estas cosas ya no interesan al poder público. Estoy seguro que toda la clase política recuerda o dice recordar con afecto al Licenciado Ángel César Mendoza Arámburo, pero creo que con una política pública de rescate del patrimonio cultural, no lo querrán ver ni en pintura, como se dice popularmente.
Pues a mí me gustaría, que no es el mismo gusto del poder público, que se generalizara en el presente lo que hizo parcialmente el Licenciado Ángel César Mendoza Arámburo entre 1975 y 1981, y modificar radicalmente todo lo que existe en la actualidad y cambiar radicalmente también la imagen urbana, la modernizante, y sustituirla por una donde los paceños y visitantes, nos imaginemos, tan solo con ver el centro histórico que sus calles y banquetas y sus edificios son semejantes a los que había en La Paz de Antes. Sin miedo, sin temores y con decisión. Sin embargo, como ya estoy viendo la muerte final del carácter HISTORICO del centro, lo que haré poco a poco, en mis tiempos libres, es la reconstrucción en dibujos a mano alzada de cómo me gustaría que se reconstruyera la arquitectura tradicional paceña y la imagen urbana del centro histórico de la ciudad de La Paz, como una continuidad al estudio que hicimos y que se quedó empolvado en el INAH.
Así que lo que hicieron en la Esquerro, lo que hacen en la Belisario, la generalización de los Oxxo, y las nuevas construcciones modernas en el centro histórico no es otra cosa más que la sentencia de muerte a la memoria histórica de los paceños.