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Crónicas Urbanas

No. 46

LA RECONSTRUCCIÓN DE LA CAPILLA DE LA FAMILIA VIVES EN EL ANTIGUO PANTEÓN DE LOS SANJUANES: UN PROYECTO DE RESCATE HISTÓRICO DE MARÍA ISABEL GONZÁLEZ REMBAO

Gilberto Piñeda Bañuelos

Hará cuatro o cinco años, un día llegó al Centro de Documentación de Historia Urbana (CEDOHU UABCS) una estudiante de Arquitectura del Instituto Tecnológico de La Paz a preguntar si había algún proyecto de residencia profesional porque había seleccionado esa opción para obtener el título de Arquitecta; en ese momento acabábamos de leer un artículo sobre el patrimonio cultural funerario de una investigadora nacional del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Ethel Herrera sobre la tipología de la Arquitectura Funeraria que había motivado un proyecto de valoración de los antiguos panteones de La Paz; entonces,  había dos probables panteones a estudiar: el panteón de Los Sanjuanes y el panteón de El Zacatal, y otro cercano de la comunidad de La Huerta a la salida de la ciudad de La Paz por la carretera a Los Planes.

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Capillas en la antigua entrada al panteón de Los Sanjuanes. Plano: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, 1892. Foto: Archivo Familiar Piñeda Bañuelos, 18 de mayo de 1922.

PRIMER ESTUDIO DEL PATRIMONIO CULTURAL FUNERARIO EN LA PAZ

     Esa estudiante era MARÍA ISABEL GONZÁLEZ REMBAO, que ahora es Arquitecta gracias a un interesante estudio que realizó como Residencia Profesional en el CEDOHU UABCS sobre “LA ARQUITECTURA FUNERARIA DEL CENTRO HISTORICO DEL PANTEÓN DE LOS SANJUANES EN LA CIUDAD DE LA PAZ: VALORACIÓN, RESTAURACIÓN Y RESCATE HISTORICO” donde tuvo que seguir tres caminos: 1)Identificar el sitio donde estuvo el acceso original al panteón y la zona núcleo de la poligonal del centro histórico que de decretarse sería una área patrimonial protegida, 2)Identificar la tipología de la arquitectura funeraria existente, y 3) seleccionar alguna tumba antigua con alto grado de deterioro y elaborar un proyecto preliminar de restauración.

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Núcleo Fundacional en el centro histórico del panteón de Los Sanjuanes y ubicación de 522 tumbas catalogadas. Plano: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2017

El estudio tuvo resultados muy interesantes, el primero que se hacía de este tipo en La Paz y en Baja California Sur, en primer lugar,  identificó que las capillas donde actualmente se encuentra la administración del panteón se construyeron en 1892 que estaban unificadas por una arco que servía de acceso al panteón y aunque estaba documentado que el panteón de Los Sanjuanes original tenía una superficie de una hectárea, al realizar el levantamiento de las tumbas antiguas se definió la poligonal del núcleo fundacional a uno y otro lado de las capillas de acceso, donde se cuantificaron 522 tumbas; en segundo lugar, de los seis tipos de tumbas que propone la investigadora del INAH, solo se encontraron tres: 1) Elementos horizontales encontrándose  Sardinel, Tumba horizontal (Sencilla y Compuesta) y Plataforma, 2) Elementos verticales encontrándose Cipos (Cipo pedestal y Cipo pilastra); Estelas, Edículos y Templetes, 3) Elementos combinados encontrándose  Sardinel con cabecera, Tumba con cabecera y Plataforma; y 4) Capilla funeraria; y se lograron catalogar las 522 tumbas en el núcleo fundacional mencionadas, en su mayoría fechadas en el siglo XIX hasta las primeras cuatro décadas del siglo XX;  en tercer lugar, se encontró una tumba extremadamente deteriorada que fue seleccionada para elaborar el proyecto preliminar de restauración a manera de ejemplo, una tumba de la clase Vertical, tipo Edículo, subtipo Edículo Templete, construida de cantera rosa que es una monumento funerario pequeño con espacio interior, conformado por 4 columnas sobre una base cuadrangular; en el interior pequeña piedra cuadrangular donde se levanta una cruz actualmente destruida. Sostenida por las columnas una bóveda ojival de 4 puntos con una variedad de molduras y otros elementos ornamentales; esta tumba es de la familia BALAREZO fechado en 7 de abril de 1833 y 21 de julio de 1894, lo cual supone que uno de los familiares fue exhumando del antiguo cementerio que estaba cerca del templo parroquial de Nuestra Señora de La Paz.

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Estado actual del monumento funerario tipo Edículo doble de la familia BALAREZO. Foto: Arq.María Isabel González Rembao, Cedohu, 2017.

Con esta tumba de la familia BALAREZO seguida por la capilla funeraria de la familia VIVES se inició el Proyecto de reconstrucción y restauración del patrimonio cultural funerario que iniciaría con los sitios seleccionados para el Recorrido histórico-cultural por el antiguo panteón de Los San Juanes que inició el 2 de noviembre de 2017 inaugurado con una conferencia gráfica nocturna en el panteón que impartió MARIA ISABEL GONZÁLEZ REMBAO una vez concluida su residencia profesional. El patrimonio cultural edificado funerario que se seleccionaron para el recorrido fueron: 1.Las capillas de la antigua entrada al panteón de Los Sanjuanes, 2.Las tumbas de la familia Vives, Balarezo, González y Viosca; y 3.Los antiguos pozo y molino de viento que surtía de agua al panteón; un recorrido atendido conjuntamente con dos voluntarias del CEDOHU, la Maestra en Historia Regional ALMA CASTRO RIVERA y la comunicóloga DANIELA PÉREZ REYES actual estudiante de posgrado.

 

     Aquí un breve paréntesis para comentar que en las definiciones técnicas del INAH no contempla a la RECONSTRUCCIÓN como una estrategia de conservación de la memoria, ya que solo incluye definiciones: Conservación, Protección. Mantenimiento y Restauración, entendida esta última como el “conjunto de operaciones y programas que actúan directamente sobre el bien. Estas actividades se aplican cuando el patrimonio ha perdido parte de su significado o características originales y se interviene de manera científica y rigurosa para transmitirlo a las generaciones futuras con toda la riqueza de su autenticidad. La restauración es la actividad extrema de la conservación”.

 

    Y es que para los especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Cultural Edificado,  la reconstrucción no es una opción para conservar la memoria histórica de los pueblos, sin embargo es muy importante un artículo que publico la Unesco en 2017 donde dice entre muchas cosas lo siguiente: “Los argumentos en favor de la reconstrucción se basan en la situación en que puedan hallarse las comunidades locales en tres ámbitos: la transmisión de las técnicas tradicionales de los constructores primigenios a las nuevas generaciones; la unión del conjunto de los miembros de la comunidad en torno a los proyectos de reconstrucción; y la continuidad de las funciones cultuales o contemplativas de los sitios. Asimismo, cabe señalar que la participación de la población local en la reconstrucción de monumentos se puede considerar un proceso de reconciliación y un instrumento de regeneración”.

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Proyecto de Restauración de la tumba de la familia BALAREZO. Proyecto: Arq.María Isabel González Rembao, Cedohu, 2017.

Sin embargo, la destrucción masiva del patrimonio cultural edificado funerario y no funerario va desapareciendo gradualmente con la memoria  y la identidad histórica de los pueblos, a tal grado que llegará un momento en que las generaciones actuales y futuras no puedan relacionar su origen histórico-social en las zonas antiguas de la ciudad de La Paz y del panteón de Los Sanjuanes; motivo suficiente y necesario del CEDOHU en adoptar como regla la Reconstrucción, Restauración, Conservación, Rehabilitación y Protección del patrimonio histórico-cultual edificado local.

 

     UN POCO DE HISTORIA FUNERARIA PACEÑA

     En el sitio donde actualmente se encuentra la ciudad de La Paz hubo, ocasionalmente, una costumbre funeraria milenaria de los grupos indígenas que consistía en enterrar a sus muertos doblemente, así lo han descubierto y estudiado en 1991 y 2017 los arqueólogos del INAH que han encontrado 61 individuos en El Conchalito un sitio arqueológico y y de manglares en la Ciudad. Alfonso Rosales López lo explica de la siguiente manera: “al morir los sujetos se daba la primera exequia. Los cadáveres eran fuertemente amortajados en posición flexionada y sepultados en fosas poco profundas (entre 40 a 50 cm). Pasado un tiempo (entre 6 a 8 meses) se celebraba la segunda exequia: el cuerpo era destapado, como éste estaría en proceso de descomposición era frágil y con la ayuda posiblemente de pieles de animal procedían a modificar la anatomía corporal … Algunas veces solo movieron una parte anatómica y en otras ocasiones separaron partes enteras del cuerpo. Todo ello de forma manual y sin el uso de instrumentos líticos (de piedra), de hueso o concha. Con esta segunda exequia el fallecido dejaba de <<sufrir>>”.

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Costumbres funerarias de los antiguos Californios descubiertas en 1991 y 2017. Fotos: Alfonso Rosales-López, INAH

Aunque en 1720 se fundó la Misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz por los padres jesuitas Jaime Bravo y Juan de Ugarte, esta se cerró en 1748 trasladándose a Todos Santos, quedando abandonado el embarcadero que habían construido los jesuitas en La Paz, aunque en realidad fue utilizado durante la segunda mitad del siglo XVIII para la acampada de las armadas perleras y para el embarco y desembarco de mercancías para el real de Santa Ana, primer pueblo minero de la California. No fue sino hasta principios del siglo XIX cuando empezó a construirse la arquitectura de la ciudad empezando por la traza urbana irregular frente al muelle y a partir de la década de 1860 la traza regular en las lomas norte y sur del puerto de La Paz, donde estuvo el primer panteón cercano al templo católico, al estilo del Camposanto.

 

     Precisamente este es el panteón más antiguo del puerto de La Paz del que se tiene noticia por un plano del puerto fechado en 1847, que fue  uno que se encontraba en la salida del camino a La Huerta ubicado en el lugar que actualmente corresponde a la manzana formada por las calles Guillermo Prieto, Independencia, Reforma y Aquiles Serdán conocido como el PANTEÓN,  atrás del templo parroquial;  posteriormente se ubicó otro panteón  en un lugar más alejado,  en las antiguas manzanas 282 y 284 que corresponden actualmente a las calles 5 de Mayo, Félix Ortega, Hidalgo y Marcelo Rubio conocido por los paceños y paceñas como el CEMENTERIO,  donde después se construyó el antiguo estadio Arturo C. Nahl que ahora ha sido modernizado. Ambos panteones de la ciudad estuvieron funcionando hasta el primer decenio del siglo XX, junto con el panteón de Los Sanjuanes que se instaló en la década de 1880.

 

     Ambos panteones estaban funcionando a finales del siglo XIX, sin embargo,  en una sesión del 3 de enero de 1882 el Ayuntamiento de La Paz consideró que ya no reunían las condiciones de sanidad suficientes y necesarias y dispuso que el nuevo panteón tendría una superficie de 100 metros por lado y que estaría rumbo al barrio de El Esterito, de tal manera que el 5 de mayo de ese mismo año se acordó colocar la primera piedra del nuevo panteón que sería conocido como el panteón de Los Sanjuanes, como se le conoció también al cerro que se encuentra en la parte posterior, esto quiere decir que durante varios años estuvieron en funciones los tres panteones.

 

     El 1 de octubre de 1895 azotó en la ciudad-puerto de La Paz un fuerte ciclón que provocó una crisis sanitaria a causa del derrumbe de varias tumbas, motivo por el cual obliga de nuevo al Ayuntamiento a resolver que todos los restos de los cadáveres del Panteón y del Cementerio como se les conocía, deberían ser trasladados al Panteón de Los Sanjuanes; proceso que culminó hasta muy entrado el siglo XX, entre 1906 y 1909.

 

     El origen físico del panteón se localiza justo en donde se encuentran desde 1892 dos capillas que originalmente serían utilizadas como depósitos de cadáveres o velatorio, y que actualmente, la capilla sur es la oficina de la administración y la capilla norte es un espacio de usos múltiples incluyendo las ofrendas y las ceremonias religiosas, por lo tanto alrededor de ese lugar se encuentran los primeros enterramientos incluyendo a las personas que fueron trasladadas de los antiguos Panteón y Cementerio.

 

     La costumbre funeraria del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX de todas las clases sociales era realizar el velatorio en las casas familiares; era tradición que a los velorios y cortejo fúnebre no asistían o casi no asistían las mujeres. Después del velatorio, salían de la casa caminando y cagando con el féretro en hombros hacia el templo de la parroquia de Nuestra Señora de La Paz frente a la plaza del jardín Velasco único templo que había en la ciudad, donde se ofrecía una misa y de ahí caminar por toda la antigua calle Tercera (antigua calle Parroquia y actual calle Revolución) hasta llegar al camino que llevaba al panteón de Los Sanjuanes. Antes de llegar al panteón, el camino cruzaba una parte desmontada donde se encontraban las ladrillaras donde se producían los tabiques utilizados en la construcción de la ciudad. Las familias acaudaladas y de las capas medias de la población, rentaba una carroza fúnebre tirada por mulas que llevaba el féretro y detrás los familiares, y acompañante caminaban hasta el panteón, aunque al final del cortejo seguían los pocos carros que había en La Paz.

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Costumbre funeraria de las familias paceñas a finales del siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Fotos: Archivo Familiar Piñeda Bañuelos.

Podemos llamar al panteón de los Sanjuanes como la ciudad de los muertos, donde se encuentran descansando la inmensa mayoría de las personas de las antiguas familias paceñas pobres, ricas y de las capas medias, que nacieron en La Paz o que llegaron a vivir a La Paz desde el siglo XIX y el siglo XX. Una de las antiguas familias acaudaladas fue la formada por la familia Vives Gourieux quienes tienen en el panteón de Los Sanjuanes un sitio funerario donde descansan varios de sus integrantes y descendientes, se trata de varias tumbas de tipo horizontal, tres de las cuales se encontraban hasta hace algunos años dentro de una capilla de madera decorada que el tiempo y el abandono se encargó de desaparecerla y que el CEDOHU se propuso reconstruir.

 

EL PROYECTO DE RECONSTRUCCIÓN DE LA CAPILLA DE MADERA DE LA FAMILIA VIVES

     La joven Arquitecta MARÍA ISABEL GONZÁLEZ REMBAO realiza sus actividades profesionales habituales por cuenta propia, pero también, afortunadamente aceptó ser becaria de tiempo parcial desde hace alrededor de dos años por espacio de 5 horas semanales apoyando técnicamente al CEDOHU en varias cosas, entre ellas, elabor poco a poco los proyectos de reconstrucción y restauración de la ARQUITECTURA FUNERARIA antigua del panteón de Los Sanjuanes.

 

   ISABEL ha concluido el proyecto de reconstrucción de la capilla de madera desaparecida del sitio funerario de la familia Vives que se encuentra en el lado norte de la antigua entrada del panteón de Los Sanjuanes. Hasta hace unos siete años todavía existían vestigios arquitectónicos de la capilla que ahora la podemos ver sólo a través de fotografías que uno de los trabajadores del panteón le tomó en 2014 y otras más que circulan en las redes sociales. Las tumbas horizontales que se encontraban dentro de la capilla pertenecen a Marie, Edmond y Gastón J. Vives Gourieux, fuera de la capillas hay cuatro tumbas más tres pertenecientes a María Luisa R. de Vives, Rosa María Vives Romero y Gastón Vives Lucero, y otra tumba no identificada, todas están rodeadas  por un murete de ladrillo con cimentación de piedra braza en forma de arco invertido; y dos accesos, uno frontal y otro posterior; mientras que la capilla funeraria es completamente de madera con las fachadas frontal, posterior y laterales decoradas con labrado de madera de formas orgánicas en relieve, una decoración que se repite en el interior; tienen el techo curveado de lámina delgada sobre estructura de Madera y en las fachada frontal y posterior un frontón triangular curveado con decorado  de madera en relieve.

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Antigua capilla funeraria en el sitio funerario de la familia VIVES en el panteón de Los Sanjuanes. Fotos: Alejandro y Norbert Albañez, 2014.

Para la primera mitad de la década de 2010 la capilla de madera todavía existía y aunque se encontraba totalmente deteriorada y sufría ya una inclinación de su polines, era el momento de ser restaurada, como lo expresamos en su momento por varias veces entre 2005 y 2015 a la coordinación municipal de panteones y a los cabildos de cada una de las administraciones del Ayuntamiento de La Paz; obviamente, que nunca hicieron caso a nuestros llamados, que por cierto, también hacíamos sobre la deteriorada tumba de la familia Balarezo, a punto de colapsar. No nos dimos cuenta, pero en la segunda mitad de la década de 2010, un día que vistamos el panteón, de pronto habían quitado la capilla funeraria; no hubo forma de localizar los vestigios de los relieves de madera que tenían las decoraciones de la capilla, fue así que ISABEL recurrió a las fotografías que había en el CEDOHU para elaborar el proyecto de reconstrucción.

 

     Las tumbas de dentro de la capilla están asentadas en un piso de piedra cantera rosa obtenida de los bancos de los cerros cercanos, las tres son del tipo horizontal construidas combinadamente con tabique ojo recocido, seguramente elaborados frente al panteón en las ladrilleras; cantera y granito, cada una con una placa con los nombres de Edmond J. Vives, Marie Vives y Gastón J. Vives.

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Antigua capilla funeraria en el sitio funerario de la familia VIVES en el panteón de Los Sanjuanes. Fotos: Alejandro y Norbert Albañez, 2014.

Los Vives Gourieux fue una familia acaudalada que tuvo un sitio especial en el panteón de Los Sanjuanes. La reconstrucción de la capilla de Madera de la familia se convirtió en un patrimonio cultural funerario edificado que sobrevivió por casi un siglo, hasta que desapareció. Se desconoce la fecha en que fue construida, solo sabemos por el Diccionario Sudcaliforniano del profesor  Gilberto Ibarra Rivera que Edmond J. Vives Gourieux falleció el 17 de marzo de 1917, un empresario perlero concesionario de The California Land Company Limited y socio de la Compañía Criadora de Concha y Perla de la Baja California, S.A., quien proporciono los planos de la antigua Casa municipal que se construyó a lo lardo de una década entre 1899 y 1910; por su parte Gastón J. Vives Gourieux que al parecer nació en San Francisco, California en 1859 y falleció el 21 de enero de 1939 en la ciudad de La Paz, había sido empresario perlero y acuacultor, ganadero, naviero, administrador y heredero de los ranchos  de su padres: "El Zacatal", "La Palmilla", "Las Cruces",  "El Saltito", "El Palmoso", "Santa Cruz" y “San Gregorio"; también fue  apoderado de la empresa The California« Mexico» Land Company Limited; socio mayoritario de la Compañía Criadora de Concha y Perla de la Baja California, S.A.,  y presidente municipal porfirista del Ayuntamiento de La Paz del 11 de enero de 1994 hasta el 12 de junio de 1911.

 

     Para la elaboración de los planos actuales ISABEL utilizó el levantamiento físico que realizó durante su residencia profesional en 2017, auxiliándose de fotografías tomadas en ese tiempo y actuales; mientras que el proyecto de reconstrucción de la capilla de Madera utilizó una serie de fotografías que poseía donde se observan los detalles de la decoración de madera en relieve y de las formas curvas de la techumbre de dos aguas. Con una habilidad técnica y artística extraordinaria que posee ISABEL elaboró las plantas arquitectónicas, las fachadas, los cortes y las vistas exteriores del proyecto de reconstrucción, listos para entregar al Instituto Nacional de Antropología e Historia y al Ayuntamiento de La Paz, responsables de reguardar y proteger el patrimonio cultural funerario edificado. Al interior de la capilla de madera están una plataforma de piedra cantera donde se asientas las tres tumbas tipo vertical, levantadas del nivel de piso con un zócalo alrededor de la tumba y en la cabecera tienen cada una, una cruz, mientras que las tumbas en el exterior aunque son semejantes son más modestas.

 

 

La Paz, Baja California Sur, a 10 de abril de 2021.

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Planta arquitectónica del sitio funerario de la familia Vives. Plano: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Corte-Fachada del sitio funerario de la familia Vives. Plano: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Plano arquitectónico de la capilla funeraria de la familia Vives. Plano: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Plano arquitectónico de las Tumbas de Edmond, Marie y Gastón Vives. Plano: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Plano arquitectónico de la Tumba de Gastón Vives Lucero y tumba de persona no identificada. Plano: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Plano arquitectónico de las tumbas de Rosa María Vives Lucero y María Luisa R. de Vives. Plano: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Vista frontal del reconstruido sitio funerario de la familia Vives. Imagen: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Vista panorámica del reconstruido sitio funerario de la familia Vives. Imagen: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Vista panorámica del reconstruido sitio funerario de la familia Vives. Imagen: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Vista interior de la reconstruida capilla funeraria de madera de la familia Vives. Imagen: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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Vista interior de la reconstruida capilla funeraria de madera de la familia Vives. Imagen: Arq. María Isabel González Rembao, Cedohu, 2021.

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