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Crónicas Urbanas

No.37

 

LA EMBLEMÁTICA TENERÍA SUELA VIOSCA:

El pasado de una industria para curtido de pieles en la periferia

de la ciudad-puerto de La Paz

Gilberto Piñeda Bañuelos

Si uno pasa por la 5 de febrero y rodea la manzana formada por las calles Josefa Ortiz de Domínguez, Antonio Navarro y Licenciado Verdad, encontramos una  edificación con una esbelta chimenea de ladrillo aparente que a la vista aparece como abandonada aunque hay algunos espacios utilizados para comercio; al suroriente de la manzana  esta la edificación y la chimenea, mientras que al norponiente más de la mitad es terreno baldío rodeado de una barda construida de piedra y ladrillo sostenida por contrafuertes y en la esquina norte de la manzana se encuentra una pequeña  casa estilo californiano que aparece como abandonada con su viejo tamarindo como los que hubo en abundancia antiguamente en la ciudad y frente a la manzana un almacén comercial, una mueblería, una franquicia de helados, dos plaza comerciales, una distribuidora de carros y un fila de viviendas.

 

     En ese lugar que se encontraba en la periferia de la ciudad se curtieron pieles por más de medio siglo a partir de 1903, y para hacerlo, no solo se necesitaba fuerza de trabajo calificada obtenida de la experiencia y  pieles del ganado bovino, sino también sal para curtirlas y cascalote para teñirlas, cabe recordar que en la primera mitad del siglo XX  a ese lugar los paceños le llamaban al sitio el  barrio de La Tenería donde había un gran arenal conocido como el arroyo del Palo, muchas de las  manzanas estaban prácticamente baldías y cerca de ahí se encontraba unas huertas conocidas como Los Cuatro Molinos (donde se encuentra actualmente el Teatro de la Ciudad)  y enfrente las conocidas como escuelas del barrio de La Tenería, la escuela primaria No.48 (después llamada Gregorio Torres Quintero) y en la otra esquina el parvulito Bonifacio Díaz que atendían Chayito como educadora, mi madre, y Luisita como niñera  (María del Rosario Bañuelos Isais y María Luisa Ortega).

 

     En la Mapoteca del Archivo Histórico Pablo L. Martínez se localiza un plano fechado el 29 de junio de 1903 que es una poligonal de 220 metros por lado equivalente a 4.84 hectáreas que el Ayuntamiento subdividió en cuatro manzanas en virtud de la invasión a las calles Navarro y Décima (actual Josefa Ortíz de Domínguez): la manzana 291 rodeada por las calles Encinas, Undécima (actual Lic. Verdad), Navarro y Novena (actual Héroes de Independencia) para quedar en propiedad solo 4 hectáreas que corresponde a las manzanas 292 rodeada por las calles Navarro, Undécima, California (actual 5 de febrero) y Décima; la 303 rodeada por las calles Navarro, Undécima, California y Décima; y la 305 rodeada por las calles Encinas, Undécima, Navarro y Décima, donde se aprecia el primer proyecto de la fábrica en la esquina de Navarro y Undécima, con un  pozo, un cuarto para hielo y motor, los corredores, las pilas y el desagüe  hacia la calle California (No se aprecia en el plano la ubicación de la chimenea).

   Acerca de la distribución de espacios, Información relevante los espacios arquitectónico de la fábrica se encuentra en la tesis de Maestría en Arquitectura de la UNAM única en su tipo para el patrimonio histórico-cultural de La Paz, que elaboró Dinora Rubí Espinoza de la Torre, que por cierto fue una integrante de la Casa del Estudiante Sudcaliforniano en México, en ese estudio hay una hipótesis de distribución de los espacios arquitectónicos de la Tenería Suela Viosca que existieron cuando estaba en operación antes de que se quemara en 1957: la casa del vigilante donde vivía, el saladero para salar las pieles, colgadero y secadero para colgar y secar las pieles, almacén de cascalote para guardar las corteza tintórea, tanques de tinta para dar coloración a los cueros, área de planchado para planchar las pieles, áreas de pilas techada para mantener la pieles en cal, la oficina para atender asuntos administrativos, el laboratorio para probar las formulas, el almacén de oficinas para resguardar documentos, la planta de fuerza para generar energía a la fábrica y el patio para secar las pieles y utilizarlo para maniobras; con base en esta distribución la joven Maestra en Arquitectura elaboró un proyecto arquitectónico de restauración muy interesante que invariablemente es un referente obligado para estudiantes de arquitectura interesados en rescatar un patrimonio histórico-cultural de la ciudad de La Paz como es la antigua Tenería Suela Viosca, que ahora se encuentra semi abandonada y que el tiempo le puede condenar a su extinción.

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Predio formado por cuatro manzanas propiedad de la familia Viosca formado por las manzanas 291, 293, 303 y 305 rodeado por las calles Encinas, Undécima, California y Novena en la ciudad de La Paz donde se localiza la Fábrica de Curtido de Pieles (Rochol, Ruffo y Compañía. Tenería La Paz). Mapoteca del Archivo Histórico Pablo L. Martínez, 29 de junio de 1903).

     El nombre que se le dio a la tenería y como se le conoció por los paceños y paceñas, tiene que ver con el apellido de una familia aristocrática que vivió en La Paz. Se trata de la familia Viosca formada por Santiago Viosca del Solar y Rosalía Carlota Navarro Castro y sus hijos Santiago y Eloisa Viosca Navarro.


     Lo que sabemos por el Diccionario Sudcaliforniano del profesor Gilberto Ibarra es que Don Santiago Viosca del Solar nació en Florida Estados Unidos el 4 de julio de 1827 y falleció en La Paz el 30 de junio de 1895 antes de que se construyera el edificio de la tenería Suela Viosca; dice el profesor Ibarra que fue “agente consular, agente de compañías extranjeras y empresario e industrial… Llegó inicialmente al mineral de San Antonio, Terr. De B.C., como agente de negocios para la compañía minera de El Triunfo, B.C., de donde se trasladó a La Paz, capital de la entidad, como agente naviero y cónsul de su país. Durante el inicio de la segunda mitad del siglo XIX desempeñó el cargo durante varias décadas y concluyó como vice-cónsul hasta su muerte. Fue distinguido representante de varias compañías de vapores, como North Pacific Transportation Company y Compañía de Vapores Colorado Steam Navigation Company, de San Francisco, línea regular que realizó viajes desde San Francisco, California y tocó los puertos de Mazatlán y Guaymas, llegando a Río Colorado; agente de la casa de comercio Smith y Massot y de la Wells Fargo y Co., expreso y servicio postal en el Terr. de B.C. (1863).  Agente de las compañías mineras norteamericanas La Hormiguera de El Triunfo, la que inició el movimiento económico del puerto de La Paz por la exportación de la plata desde noviembre de 1868. A partir de 1872 también fue agente de la Compañía The Progreso Mining Company o El Progreso de El Triunfo, B.C. Se distinguió por ser uno de los fundadores de la masonería en el territorio de Baja California (1869). Apoderado y agente de la Compañía de Minas de la zona minera de El Triunfo (1872-1876). Agente y administrador de las salinas de Isla del Carmen (1873-1875), con la que más adelante realizó otros negocios. Destacó en negocios de importancia: dueño de la Imprenta del Comercio, a cargo de Adrián Valadés, en donde se editaron los periódicos La Equidad, La Baja California y otros…”. Antes de morir, Don Santiago Viosca del Solar estableció una tenería registrada como Viosca y Compañía que quedó a cargo  de su hijo Santiago Viosca Navarro  quien en 1903, según un documento del Archivo Histórico Pablo L. Martínez fechado en ese año, le informa al Jefe Político del Territorio Sur de la Baja California Coronel Agustín Sanginés que se había asociado con Antonio Ruffo y W.H. Rocholl, para formar una fábrica para curtir pieles y una fábrica de hielo, y que solicitaba autorización del Consejo Superior de Salubridad. Una vez autorizada, encontramos en el mismo expediente que la construcción de la imponente chimenea de ladrillo aparente cubre otra chimenea de acero de su interior que fue adquirida de la compañía The Progreso Mining Company junto con la caldera y el motor, equipo que se utilizaría en las décadas siguientes.

    Por otra parte, una breve historia de la Tenería Suela Viosca la relata el profesor Gilberto Ibarra en su Diccionario Sudcaliforniano donde señala que a la muerte de Don Santiago Viosca Navarro, su viuda Isabel Hidalgo “se separó quedando disuelta la compañía. Reagrupados los socios anteriores:  William H. Rocholl, Antonio Ruffo y Arturo C. Nahl la protocolizaron con el nombre de Rocholl, Ruffo y Cía. Tenería La Paz, participando a la sociedad de la nueva sociedad mercantil el 21 de agosto de 1912. Fue admitido como nuevo socio el Sr. Max Hach. Bajo esta firma, prosperó como una importante fuente de trabajo hasta su decadencia, presentada en los primeros años de la segunda mitad de ese siglo. En 1925 fue superintendente el Sr. Clayde Carte. En 1928 fueron socios: W.H. Rocholl, Roberto Ruffo, Arturo C. Nahl, Jesús Montemayor, Enrique Ruffo y Ernestina R. de Westermann. La empresa fue dirigida por Arturo C. Nahl. Durante su administración alcanzó la mayor dinámica, convertida en centro ejemplar, cuya comunidad obrera estaba clasificada de acuerdo al renglón de especialización en áreas de trabajo: lavadores y descarnadores, bastidores, tambores, galerón de aceites, galerón de planchas, blanqueo, molino, motores, tanques de tinta y choferes de camiones, entre otros.

    Los trabajadores contaron con caja de ahorros administrada por ellos, lo que la empresa estimulaba, aportando cantidades de acuerdo al promedio de ahorro; también gozaban de préstamos económicos, contaban con una escuela para sus hijos y entre ellos se fomentó el deporte, principalmente el box y béisbol, montando una novena de primerísima calidad que jugaba en la liga local, salía a competir hasta las plazas deportivas de la costa del pacifico y en la capital del país. En función a producción, llego a tener sucursales en la Cd. de México; León, Gto.; Guadalajara, Jal.; Mazatlán, Sin. y Monterrey N.L. La industria generó una actividad económica importante para los rancheros de la región.  El corte del cascalote de palo blanco y mauto, ocupó a cientos de familias del medio rural, el que se realizaba durante seis meses del año y daba ocupación de mano de obra para el embarque y acarreo a sus instalaciones. El producto industrial fue de la mejor calidad debido al uso exclusivo de vegetales, sin químicos, con un proceso de curtimiento de 120 a 130 días, iniciado con la entrada de la materia prima básica a los tanques y terminada con la salida de los productos comerciales directamente a los centros de consumo local y de exportación.

     Durante la primera mitad de los años treinta curtía 300 cueros diarios, ocupaba 150 obreros de planta y lo asistían 1,500 personas en los trabajos de corte y acarreo de cascalote, leña y cal, principalmente. Fue registrada también como Empresa Armadora de Buques "Tenería Suela Viosca, S.A.”. Fue propietaria del buque motor nacional Viosca. Trabajó bajo la gerencia de don Isidro Enrique Isais Marcq. En 1945 se produjeron más de 1000 toneladas de suela; sin embargo, se presentó la decadencia abruptamente y en mayo de ese año, bajo acuerdo con el “Sindicato de Obreros Suela Viosca”, la planta de trabajadores se redujo al 50% de obreros y como efecto inmediato, el 50% de la producción. El cierre de este negocio se produjo a fines de esa década. En febrero de 1949 se encontraba en fase de trabajos preparatorios para hacer funcionar nuevamente la empresa, amparada bajo la experiencia de don Isidro Enrique Isais Marcq. Trabajó bajo la razón social “Pieles y Vaquetas, S.A.”, empresa que se mantuvo hasta el cierre de operaciones, realizado en 1957. Las abandonadas instalaciones fueron consumidas por el fuego en este año. Algunas edificaciones y la chimenea aún quedan como testigos de sus años de grandeza”.

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Fábrica de curtido de pieles Tenería Suela Viosca frente a un pozo y molino de viento en la esquina de las antiguas calles Undécima y Navarro de la ciudad de La Paz en la década de 1920. Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez.

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Almacenes o acceso posterior de la Tenería de La Paz. Viosca y Compañía en la década de 1930. Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez.

     Una fotografía poco difundida y que no hemos podido identificar pues tenemos la duda si se trata del acceso posterior a la fábrica por la antigua calle California o si se trata de unos almacenes de piedra que tenía la Tenería Suela Viosca en la misma calle, pero en la manzana contigua justo en el predio donde actualmente se encuentran una franquicia de helados y un lugar de venta de carros usados. Pensamos que se trata de los almacenes que por el letrero pudo haber sido la fábrica original que había fundado Don Santiago Viosca del Solar antes de morir en 1895, sin embargo la duda existe porque al fondo de la fotografía se asoma una especie de chimenea que puede ser la de la fábrica. Algún cronista, historiador o especialista en los archivos históricos, pronto nos sacarán de la duda.  

     Finalmente, la escuela a la que hace referencia el profesor Ibarra en su relato sobre la tenería Suela Viosca es la Escuela No.48 que se encontraba en una de las cuatro manzanas propiedad de la famila Viosca, y en otra se construyó en 1903, como vimos, la fábrica de curtido de pieles. Fue en 1924 cuando se construyó la Escuela de la Teneria, como inicialmente se le conocía. Como la fábrica más grande e importante de La Paz era precisamente la Tenería Suela Viosca se vio obligada a construir en otra de las manzanas una escuela primaria para los hijos de sus trabajadores como lo establecía la constitución de 1917, que fueron conocidas como “Escuelas Artículo 123” que después tomó el nombre de Escuela No.48 y más tarde Gregorio Torres Quintero. En 1961 estando en liquidación la Compañía Tenería Suela Viosca, el terreno y el edificio de la escuela fue adquirido por Don Enrique Ruffo Valadez mismo que donó al Gobierno del Territorio Sur de la Baja California en 1965. Algo que llama la atención de la construcción de la escuela es la arquitectura de la edificación que no parece una escuela sino que se asemeja a los templos masónicos: hay que subir escaleras, lo cual supone la existencia de un sótano, una serie de columnas neoclásicas del orden Jónico y aunque no tiene Frontón, corre a lo largo del edificio una cornisa neoclásica sobre grecas y en una de las esquinas de los salones bajo la cornisa se aprecian las siglas R. R. y C. que corresponden a las iniciales de Rocholl, Ruffo y Compañía, es decir la Tenería Suela Viosca.

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Escuela No.48 en el barrio de La Tenería recién construida en 1925 y al fondo la chimenea de la Tenería Suela Viosca. Foto: Archivo Personal de Alicia Duarte, fototeca Cedohu.

    Un agregado histórico culturalmente vinculado a la fábrica de pieles fue que en su época de auge  hubo un equipo de Beisbol probablemente desde la década de 1920 que llevaba el nombre de “Suela Viosca”, no podía llamarse de otra manera porque uno de los accionistas y gerente de la Tenería Suela Viosca, Arturo C.Nahl, fue el que organizó y patrocinó el equipo pero además fue el promotor de la construcción del estadio de beisbol que se ubicaba en el mismo lugar donde estuvo el segundo cementerio de la ciudad a principios del siglo XX ubicado en la antigua manzana 284 formada por las calles Ayuntamiento (actual 5 de mayo), undécima (Licenciado Verdad), Constitución y Duodécima (actual Marcelo Rubio); posteriormente se le dio el nombre de Arturo C. Nahl al estadio que ahora se ha modernizado y privatizado en favor del mercado deportivo.

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Primera foto:  Equipo de beisbol Suela Viosca en la calle Navarro casi esquina con la antigua calle Décima y al fondo la fábrica de pieles con su chimenea en la década de 1930. Segunda foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez. A la derecha: Niños en la calle Navarro casi esquina con Josefa Ortíz de Domínguez en 2017. Foto: niño Luis Enrique Reséndiz León.

     Una fotografía probablemente tomada en la década de 1930 donde aparece el equipo de béisbol da cuenta del buen estado que guardaba la edificación de la Tenería Suela Viosca con sus techumbres inclinadas, sus sobretechos de dos aguas y su chimenea, a diferencia de la fotografía actual donde los muros se encuentran en franco deterioro, no cuenta con techumbre y la que existe se encuentra muy deteriorada, mientras que la corona de la chimenea se encuentra a punto del colapso.

     Existe la opción de rescatar la antigua Tenería Suela Viosca restaurar íntegramente la edificación y convertirla en un Museo de Historia de la Curtidería de Pieles en la ciudad de La Paz donde las salas de exposición serían al mismo tiempo una réplica de todo el proceso de producción de pieles que estarían parcialmente en funcionamiento y utilizar el terreno baldío como Centro Artesanal con un espacio para un mercado orgánico. 

                                                                                 

La Paz, Baja California Sur, a 3 de marzo de 2020.

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