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QUINTA PARADA

ANTIGUAS CALLES PUERTO Y OBISPADO

(TIENDA LA TORRE EIFFEL)

El Recorrido Histórico-Cultural por los siglos XIX y XX en el Centro Histórico de la Ciudad-Puerto de La Paz continúa por la calle Agustín Arriola hasta la calle Zaragoza donde actualmente hay en una de las esquinas una plazoleta frente a edificios desocupados donde alguna vez estuvo un antiguo edificio comercial emblemático de La Paz llamado La Torre Eiffel; en las otras esquinas se ubican la tienda Dax, la EVN Store y un antiguo edificio de dos plantas desocupado.

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                                                                                                                   Cedohu, 2020.

Está documentado que hasta 1886 la calle Agustín Arriola era conocida como calle “Ruiz-Amao” y en ese año se le asignó el nombre de calle Puerto, mientras que la calle Zaragoza era la prolongación de la calle Libertad y se le asignó en ese año el nombre de calle Obispado. En esa época las manzanas donde se encuentran las tiendas DAX y EVN Store estaban fusionadas en la manzana “B” antes de 1886 y a partir de ese año en la gran manzana No. 101 y actualmente son las manzanas No.41 y No17;  mientras que la manzana donde estaba la tienda La Torre Eiffel antes de 1886 tenía la letra “M”, a partir de ese año se le asignó la No. 13 y actualmente tiene la No. 42; mientras que la manzana donde está el edificio de dos plantas abandonado, antes de 1886 era la manzana “E”,  se le asignó a partir de ese año el No.17  y actualmente es la manzana No.16. 

 

     El cruce de las antiguas calles Puerto y Obispado tiene una larga historia:

 

    Antes de formarse la ciudad la subida a la loma sur era probablemente un angosto camino de tierra sobre la pendiente de la loma donde los padres Jaime Bravo y Juan de Ugarte subieron el 3 de noviembre de 1720 para fundar en ese lugar la Misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz, así contado posteriormente en una carta enviada al padre superior de los Jesuitas:

     “Los tres días siguientes se gastaron en despejar el monte, en que poner unas barracas, así para vivienda de los padres y iglesia como para la gente de mar y indios cristianos, lo que se ejecutó con mucha presteza y alegría de todos sin recelo de las víboras, que el primer día se mataron tres, y porción de alacranes y cientopiés, fruta ordinaria en tierras nuevas y montuosas.

 

    ” Reconocióse también paraje a propósito para fundar la misión, iglesia y vivienda, que se halló muy a propósito en una loma alta, que domina las playas a tiro de escopeta corta del aguaje y de suelo duro y llano con una mesa muy espaciosa.

    ” Y luego se dio principio al desmonte, pero en la primera mañana se reventaron dos hachas en cortar los mezquites, de que abunda toda la loma. Y viviendo era materia difícil el que dos hachas que daban pudiesen llevar adelante el desmonte, se recurrió a buscar mucha leña seca que, puesta a los pies de los mezquites y encendida, hizo oficio de buenas hachas, tanto que ya daba pena el que se hubieran reventado las dos. Y en cuatro días de trabajo recio quedo despejado un gran pedazo capaz para una buena población.

 

   ” Desde el primer día se empezó a celebrar la santa misa a toque de campana al romper el nombre, las avemarías, y ánimas, y repiques solemnes para el santo rosario, a que acudían todos con puntualidad, y con la misma al trabajo, y con gusto, cosa que rara vez sucede en nuevas empresas.

 

    ” Visto que a los siete días de llegados a este puerto de La Paz, no se había visto indio alguno, se determinó que en una canoa grande fuesen seis marineros y un práctico de la costa y parajes de las rancherías, a ver si hallaban gente. Y fueron con orden de que solo viesen los tres parajes inmediatos hacia el oriente de este puerto, que son el Rosario, Santa Cruz y San Lorenzo; Y que si el tiempo fuese a propósito, atravesasen a la isla del espíritu santo, a ver si ya los isleños de San José habían llegado a dicha isla, que es también de su pertenencia…” (Jaime Bravo, noviembre de 1710)

     La Misión de Nuestra Señora del Pilar de La Paz (Templo, habitaciones, huerto, establo, pozo) quedó abandonada en 1748 y emprendieron la caminata por el camino que ellos mismos habían construido hacia el antiguo pueblo de vista que para ese entonces ya se había convertido en la Misión de Santa Rosa de Las Palmas y que por el cambio de sede tomó el nombre de Misión de Nuestra Señora del Pilar de Todos Santos.

 

    Esa subida de la Loma Sur se convirtió después en la calle Libertad y posteriormente calle Obispado que formó parte de la traza urbana original que se fue trazando a lo largo de la primera mitad del siglo XIX, cuando ya habían quedado definidas sus manzanas, calles y callejones de toda la parte baja del puerto.

 

     Las antigua calle Puerto y Obispado tuvieron  una intensa movilidad y actividad comercial desde su formación por encontrase en un lugar cercano al embarcadero que se convirtió en muelle fiscal cuando se decretó a La Paz como puerto de altura y canotaje en la década de 1830, alcanzando su esplendor comercial, por llamarle de alguna manera,  durante la segunda mitad del siglo XIX, aunque siempre fue el espacio público donde la actividad comercial se mantuvo de manera sostenida hasta que entro en crisis en el timo tercio del siglo XX.

 

    En ese lugar se construyó a finales del siglo XIX una imponente casa comercial que tomo el nombre de La Torre Eiffel; se puede decir que en esa época fue la competencia de La Casa Ruffo y La Perla de La Paz que estaba a uno metros de distancia.

 

     En 1899, Southworth describió a la tienda La Torre Eiffel y a su propietario de la siguiente manera:

 

    “Este es uno de los más antiguos e importantes establecimientos mercantiles de la Baja California. Hace mucho, en 1863 fue establecida por los Sres. González y Ruffo. En noviembre de 1890 se disolvió esta sociedad para cambiar por la que ahora forma la razón social de la casa. El edificio donde está radicada es uno de los más hermosos y mejor acondicionados de La Paz, de una fuerte construcción de piedra y ocupa casi una cuadra; sus varios departamentos son modelos de las últimas conveniencias de nuestra época. En los cuartos de ventas hay preciosos aparadores de cristal y artísticas colgaduras que realzan el mérito del extenso y escogido surtido de la casa. El primer piso contiene, además de los cuartos de venta, los departamentos de muestras, las oficinas y las bodegas. La casa comercial en artículos de fantasía, géneros y toda clase de artículos para señoras: abarrotes, vinos, licores y puros; efectos del país e importados, cereales, mercería fina y corriente y ferretería. Compra sus efectos directamente de los principales centros productores tanto del país como del extranjero y las relaciones que la casa mantiene con ellos, facilita el hacerlo de manera más ventajosa…

 

     ” La casa no solamente realiza efectos en todos los puntos de la Baja California sino también de Sonora, Sinaloa y Tepic. Vende al por mayor y al menudeo y tiene a su servicio una extensa planta de atentos dependientes y dos tenedores de libros que están siempre muy ocupados.

 

    ” Además de los artículos que mencionamos antes, tiene la casa vajillas esmaltadas de primera calidad, muebles, alfombras, lámparas, artículos de cristal y vidrio, arneses, sillas de montar y artefactos para tocador.

 

     ” Ninguna casa comercial de la Baja California tiene un surtido mejor ni más extenso que ‘La Torre Eiffel’.

   ” Uno de los importantes ramos de ‘La Torre Eiffel’ es la venta de madera de todas clases. La importa de las mejores casas de los Estados unidos y la vende tanto en cantidades grandes como en pequeñas. Acaban de construir grandes cobertizos y patios para el depósito de madera e intentan hacer pedidos de mucha importancia. La casa es dueña de la goleta ‘Churruca’ que se usa para flete y otros objetos mercantiles, y es agente de la Compaña du Boleo de Santa Rosalía, del Banco Occidental Mexicano de Mazatlán, de los vapores de línea pertenecientes a la Compañía de Ferrocarril Occidental de México, de la línea de vapores del Sr. Luis A. Martínez, de la cervecería de Sonora (Sonora Brewry) y de las Champañas de Cliquot.

 

     ” El Sr. Miguel González jefe de la casa es nativo de Durango y toda su vida ha estado dedicado activamente a los negocios. Tiene vivo interés en el progreso de La Paz, una evidencia de lo cual, es la erección del edificio de “La Torre Eiffel”. Su hijo el Sr. Francisco de A. González nació en La Paz y recibió su educación en el colegio Holly Mount, Inglaterra. Dedica todo su tiempo a los asuntos de la casa y es el más enérgico e inteligente para negocios de los jóvenes negociantes de La Paz. El Sr, D. Miguel González es accionista de la Empresa del Agua, de Mazatlán, de la Compañía Minera Pánuco y de la nueva línea de vapores que fue primero establecida por los comerciantes de Mazatlán, Sinaloa”.

 

     Don Miguel González Rodríguez fue un comerciante originario de Durango que llegó La Paz en la década de 1850 o probablemente a inicios de la década de 1860, como lo refieren Rosamaría Mendoza Salgado y Gilberto Ibarra respectivamente, quien se asoció con Don Antonio Ruffo en 1863 para realizar actividades comerciales durante más de un cuarto de siglo. Don Miguel González se había casado el 21 de marzo de 1861 con una hija de Don Antonio Ruffo, Soledad Ruffo Santa Cruz en un rancho ganadero propiedad de Don Tomas Balarezo en Santa Catarina ahora llamado Rancho el Novillo; ella falleció muy pronto cuando nació su hija el 30 de diciembre de 1861, Soledad González Ruffo, que quedó al cargo de su abuela, Josefa Santa Cruz.

 

     El relato de Rosa María Mendoza Salgado da cuenta que  la sociedad comercial Ruffo-González se dio el mismo año que Don Miguel González de 33 años, viudo de Soledad Ruffo, se casó con Elena de la Toba Maitorena cuando tenía apenas 14 años que ya era vecina del puerto de La Paz pero que había nacido en Monterrey, California en los Estados Unidos, ellos tuvieron 11 hijos: Luisa, la más grande, seguida de Francisco de Asís, Carlos y Carlota que eran gemelos, Miguel, Pablo José, Elena Ernesta, María Julia, María del Carmen, Emmanuel, María Manuela Amparo González de La Toba, la más pequeña; su mamá, Doña Elena fallece al nacer ella en 1884.

 

    Viudo por segunda ocasión, formo también la familia González Cuadra, sin embargo, la familia González de la Toba siguió siendo una familia muy próspera en los negocios. Como lo refiere Gilberto Ibarra Rivera, La Torre Eiffel se formalizó en una sociedad con sus hijos en 1898 Miguel González e Hijos Sucesores, con Francisco de Asis, Dolores, Carlota y Soledad González de la Toba, aunque fue el hijo mayor Francisco de Asís   el administrador y gerente de La Torre Eiffel, y así continuó   después del fallecimiento de Don Miguel González Rodríguez en 1906. Cabe destacar que, en las tiendas como La Torre Eiffel, los tenedores de libros, que son los contadores de la época, son personajes claves para el funcionamiento de la actividad comercial, se sabe que Don Filemón C. Piñeda y su cuñado Fernando Chacón Meza, fueron dos de los tenedores de libros de La Torre Eiffel.

 

     Las tres ramas familiares descendientes de Don Miguel González Rodríguez, González Ruffo, González de la Toba y González Cuadra, debió ser muy numerosa hasta la actualidad, aunque la tienda La Torre Eiffel ya sólo se encuentre en la memoria de algunos paceños que vivieron la época o que han leído acerca de esta imponente edificación.

 

    Carlos González de la Toba, uno de los hijos gemelos de Don Miguel, se casó con Manuela Canseco Cota y sus hijos, Miguel, Valerio y Manuel González Canseco heredaron el edificio que había quedado abandonado y en la práctica expropiado por el gobernador Francisco J. Mujica en 1944 con la idea de convertir el edifico comercial y habitacional en biblioteca, museo,  escuela de música y sala de conciertos, como lo refiere Rosa Mendoza Salgado en sus Crónicas del Puerto en las que  reproduce el oficio se entrega-recepción donde se relata: “el edificio de La Torre Eiffel se compone de: planta baja y alta, o sea primer y segundo piso, con una extensión de 33 metros  70 centímetros, por Lacalle Zaragoza, lado Este del edificio, de Norte a Sur, hasta la esquina de formada por dicha calle y la del Puerto y 36 metros más por la calle Puerto, hasta donde da principio dl segundo piso, 763 metros 25 centímetros cuadrados. En la pare alta 8 piezas grandes, dos piezas chicas, un balcón y cuarto de baño con WC y ducha. En la parte baja se encontró un salón grande, una pieza para oficina, un amplio departamento para actividades comerciales, en donde se encuentra un mostrador de tienda con medida de 27 metros y 24 metros, de tres estantes y aparadores en excelente estado”.

 

    En el Archivo Histórico Pablo L. Martínez solo existe un plano de la fachada de la tienda por la antigua calle Puerto ya con el nombre de La Torre Eiffel fechado en 1865, pero como dice Gilberto Ibarra Rivera, resulta incongruente ya que la edificación parisina (la Torre Eiffel) que eguramente sirvió de referencia a Don Miguel González para ponerle el nombre a su tienda, fue construida entre 1887 y 1889.

 

     La arquitectura de la tienda tiene un estilo neoclásico, construida de piedra, vigas de madera y techumbre de terrado, sostenidas las dos plantas en muros de carga divididas en cinco partes por la calle Puerto separadas con seis pilastras y por la calle obispado en tres partes con cinco pilastras. La fachada de la planta baja tiene 11 puerta-ventanas con arcos de medio punto que arranca de una imposta decorada saliente del muro, con marco perfilado en forma de curva en cada extremo del arco (intradós y extradós) distribuidos en cuatro partes del edificio y un arco cortado de mayor tamaño en la puerta de acceso al patio interior del edificio, en el entrepiso hay un balcón sobre una cornisa neoclásica a lo largo de la fachada.  La fachada de la planta alta tiene cinco puertas con arco cortado tipo carpanel enmarcado y 10 ventanas también con arcos del mismo tipo distribuidas en forma simétrica en cada una de las cinco partes del edificio. Cada pilastra tienen una basa que sobresale y un capitel ornamentado estilo neoclásico; mientras que la cornisa neoclásica corrida en el techo del segunda planta esta sostenida por una serie de pequeñas ménsulas que la sostienen, siete por cada parte del edificio, y sobre ella un remate de pretil con un balaustrada separada por pilotes que tienen un remate esférico ornamentado en la parte superior; mientras que en la esquina hay un remate con una doble voluta con un remate esférico  de donde se fija una asta bandera, con una leyenda donde viene la fecha de terminación del edificio que parece ser de 1890 o un año de esa década. Por la calle puerto la fachada está dividida en tres partes con los elementos arquitectónicos semejantes a las de la calle Puerto, probablemente la única diferencia es que solo cuenta con dos puerta-ventanas a partir de la esquina.

 

     Tal  como sucedió con las construcciones de la emblemática de tienda La Perla de La Paz, en La torre Eiffel también hubo una ampliación en el siglo XX desde donde se podía ver el callejón Artesanos, con la única diferencia que por un lado los arcos cortados de la planta alta fueron sustituido por tres  arcos ojivales y por otro lado no se continuó con la balaustrada; mientras que en la planta baja ya no se construyeron los arcos de medio punto y se sustituyeron por tres puerta-ventanas rectangulares  verticales enmarcados con un remate en forma de cornisa. 

 

    Con este relato concluye la parada en la antigua esquina de formada por las calles Puerto y Obispado, para continuar el camino por el callejón Artesanos rumbo al lugar donde estuvieron antiguamente las oficinas del Correos.

 

 

La Paz, Baja California Sur, a 14 de diciembre de 2020.

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La maestra Alma Castro Rivera atendiendo a estudiantes de la Escuela Normal Urbana en la esquina de Agustín Arriola y Zaragoza. Foto: Xochitl PerezTello, Domingo 15 de marzo de 2020.

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La maestra Alma Castro Rivera atendiendo a Personal de la Tesorería Municipal en la esquina de Agustín Arriola y Zaragoza. Foto: Mónica Treviso, Domingo 5 de mayo de 2019.

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La maestra Alma Castro Rivera atendiendo a personal del DIF municipal en la esquina de Agustín Arriola y Zaragoza. Foto: Homero Avilés, 2 de junio de 2019.

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La maestra Alma Castro Rivera atendiendo a estudiantes de la Preparatoria Morelos en la esquina de Agustín Arriola y Zaragoza. Foto: Ana Cristina Victoria, 3 de febrero de 2019.

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La maestra Alma Castro Rivera atendiendo a estudiantes Turismo Alternativo de la UABCS en la esquina de Agustín Arriola y Zaragoza. Foto: Homero Avilés, Domingo 11 de noviembre de 2018.

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Fachada del proyecto del edificio comercial de Don Miguel González Rodríguez probablemente asociado con Don Antonio Ruffo, fechado en 1865 que se encuentra en la Mapoteca del Archivo Histórico Pablo L. Martínez (Nota importante:  el nombre de Torre Eiffel debio colocarse en el plano posteriormente ya que tanto el nombre y la construcción se dio al iniciar la década de 1890)

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Tienda La Torre Eiffel en la esquina de las calles Puerto y Obispado, fechado cerca de 1900 que se encuentra en la Fototeca del Archivo Histórico Pablo L. Martínez.

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Calle Obispado en el cruce con la calle Puerto frente a la Tienda La Torre Eiffel, fechado en la década de 1910 que se encuentra en la Fototeca del Archivo Histórico Pablo L. Martínez.

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Bajada de la calle Zaragoza hacia la Tienda La Torre Eiffel, fechado en 1936 que se encuentra en la Fototeca del Archivo Histórico Pablo L. Martínez.

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Tienda La Primavera en la esquina de la calle Puerto y Obispado frente a la Tienda La Torre Eiffel fechada cerca de 1910 que se encuentra en la Fototeca del Archivo Histórico Pablo L. Martínez.

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Biblioteca John F. Kennedy en la esquina de las calles Zaragoza y Agustín Arriola frente al edificio abandonado de la antigua Tienda La Torre Eiffel, fechado cerca de la década de 1950 difundida en el FB Anibal Israel Medina Ramirez.

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