Originalmente la edificación industrial fue adquirida por quien posteriormente sería su suegro el ingeniero Francisco Luciano García Quintanilla que había sido directivo junto a Don Pedro Mahiuex último gerente de la compañía El Boleo en Santa Rosalía hasta su liquidación en 1954 como ha sido documentado por  Juan Manuel Romero Gil en su libro “El Boleo: Santa Rosalía, Baja California Sur, 1885-1954: Un pueblo que se negó a morir” donde también menciona que “en el año de 1938 además de cambiar el sistema de producción en las minas, la empresa entró en liquidación pero continuó operando por espacio de diez años. En 1948 fue reorganizada como Compañía mexicana denominada Boleo, Estudios e Inversiones Mineras, S. A. y con esta razón social operó hasta el 31 de enero de 1954” y que “con una curiosa sociedad franco-mexicana, Pedro Mahieux, el último gerente francés en El Boleo y Francisco García Quintanilla iniciaron una de sus primeras y afortunadas aventuras económicas. En noviembre de 1941 iniciaron operaciones. Cinco años más tarde, en 1946, cambiaron la razón social a Compañía Lucifer, S.A.” para la producción de manganeso que fue un éxito durante varios años, pero además dice Romero Gil que “la mancuerna Mahieux y Quintanilla tomaron en sus manos la tarea de diversificar la economía del poblado … fue así como surgió en 1947 la Compañía Mar Bermejo” para la producción pesquera, aunque seguía operando la compañía El Boleo, pues en junio de 1948 “se pacta con los obreros el último Contrato Colectivo de Trabajo. El documento refleja grandes avances en materia de prestaciones salariales y sociales. El visto bueno de la empresa lo otorgan Mahieux y Quintanilla y Joseph Rame. Por los trabajadores lo suscriben Manuel S. Martínez, Ascención de Dios, Ciro Sánchez y Loreto Gallegos”; sin embargo, “el tiempo inexorablemente hizo caer la cortina del cierre de operaciones el 1o. de febrero de 1954”.

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Seguramente, poco después de esa fecha el ingeniero Francisco Luciano García Quintanilla y su familia había cambiado su residencia a La Paz para instalar la Agencia Ford que se ubicó en un edificio muy alto frente al malecón en la misma manzana que administró su hijo Francisco Luis García de la Garza.

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Aunque esta crónica es parte de los estudios que realizo en el Centro de Documentación de Historia Urbana sobre el patrimonio cultural edificado de la ciudad de La Paz específicamente sobre la arquitectura paceña, sin embargo, hay una motivación especial para escribirla y es que Lupita Isais es hija de Don Isidro Enrique Isais Marq primo hermano de Chayito (María del Rosario Bañuelos Isais) que es mi madre, hija de María Antonia Isais Marcq, mi abuelita. O sea que a partir de este momento la nombrare como la tía Lupita.

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Mi tía Lupita Isais es la más pequeña de siete hermanos: José Armando el mayor, María de Jesús, María Teresa, Ramón Enrique, Blanca Rosa, y Francisco Javier, hijos de Don Isidro Enrique Isais Marcq (N. en La Paz Terr. Sur de BC, 28 julio 1888; F. en La Paz, 27 marzo 1975) y de Victoria Famanía López, Vico (N. en San Lucas Terr. Sur de B.C., 26 febrero 1898; F. en La Paz, 24 marzo 1990), nietos por línea paterna de José Isidro Antonio Isais Cedano, (N. en Tepic, Nayarit, 15 mayo 1846; F. en La Paz 11 agosto 1932) y Matilde Marcq Hermosillo, (N. en La Paz 27 de diciembre 1869; F. en La Paz 9 junio 1951) y por línea materna de José Teófilo Andrés Famanía Angulo (N. en El Novillo Terr. Sur de B.C. 8 enero 1870; F. en La Brecha, Sinaloa 5 marzo 1958) y Rosalía López Sánchez, (N. en San Antonio Terr. Sur de B.C. 1872; F. en La Paz 13 septiembre 1917); nietos por línea paterna de José María Isais Mora, María Crispina Cedano Amador, Jean Justin Marcq Robert, (N. en Saint Georges D’Oleron, Francia, 2 agosto 1829; F. La Paz 24 mayo 1883) y María Estéfana de Jesús Hermosillo Beltrán (N. en Cosalá, Sinaloa 3 agosto 1842; F. La Paz 15 junio 1922), y por línea materna de Andrés Famanía Martínez, (N. en Gürea Nueva Granada, Gran Colombia 1820; F. La Paz 27 enero 1886), Gertrudis Loreta Angulo Gerardo, (N. en El Rancho La Trinchera Terr. Sur de B.C. 1834; F. en La Paz 1906), Lorenzo López Aguilar, (N. 1849; F. 1899) y Apolonia de Jesús Sánchez Domínguez Polita (N. 1853).

Mi tía lupita, cuando era niña, adolescente y jovencita, nunca se imaginó que terminando la carrera de educadora en la Normal iba a vivir en una casa donde ella  jugaba frente a los palmares cercanos que había en el lugar, ella misma tiene muy gratos recuerdos del lugar, dice mi tía Lupita: “te digo que aquí veníamos a jugar cuando visitábamos a tu abuelita Toña … era un lujo para nosotros venir a ver a mi tía Toña porque rentaban taxi y veníamos sacando la cabeza en carro nosotros felices, como perritos. Venirme de mi casa hasta acá era lejísimos y entonces, luego nos bajábamos y nos veníamos a jugar aquí, todo esto era un galerón, aquí enfrente había un palmar y cerca vivían una familia, Los Badwin, entonces, gozábamos viniendo aquí, era un día de fiesta venir nosotros para ver a la tía Toña…”. Cuando ella dice que “rentaban un taxi” es que el galerón de la planta industrial y los palmares de enfrente estaban muy lejos de donde ella y sus hermanos vivían, que era una casa tipo Chalet por la calle Revolución frente a la casa también tipo Chalet pero de dos pisos donde vivían Los Von Borstel a media cuadra del jardín Velasco, de ahí se iban caminando a la casa de su tía Toña, mi abuelita, que estaba en la esquina de Madero e Independencia, donde mi abuelito Nacho (Ignacio Bañuelos Cabezud) tuvo su imprenta del periódico Eco de California.

Victoria Famanía López de Isais con sus hijas María Guadalupe, María Rosa, María Teresa y María de Jesús Isais Famanía. Foto: Facebook de Adriana García Isais.

Contar la historia de la casa de la familia García Isais es un pretexto muy bueno para que en palabras de mi tía Lupita, contar su propia historia, y lo podemos hacer porque hace poco más de seis años tuve la oportunidad de hacerle una entrevista que resultó ser una bonita historia de ella, de La Paz, de su familia Los Isais Famanía, y al final también de la familia que ella misma formó al lado de mi tío Paco: Los García Isais.

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Estas son las palabras de mi tía Lupita:

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“MIS PADRES FUERON ISIDRO ISAIS MARQ Y VICTORIA FAMANIA DE ISAIS, FUI LA SÉPTIMA HIJA….

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“Yo soy María Guadalupe Isais Famanía, nací aquí en La Paz el 12 de diciembre de 1931. Mis padres fueron Isidro Isais Marcq y Victoria Famanía de Isais, fui la séptima hija: mi hermano mayor fue José Armando, María de Jesús, María Teresa, Enrique Ramón, Blanca Rosa y Francisco Javier Isais Famanía;  los hermanos y hermanas de mi papá que son las que recuerdo fueron mi tía Toña, María Antonieta Isais Marcq que era la mayor,  mamá de mis primas hermanas que fueron Tilde y Chayito [Bañuelos Isais]; también recuerdo a mi tía Cayuya, Maria de Jesús, mi tía Victoria, mi tía Alfonsina, mis tíos Alfredo, Justino y Gilberto; de mi mamá nada más recuerdo a mi tía Teresa,  ella vivía en La Brecha Sinaloa y mi mamá se vino para acá cuando se casó, los padres de mi mamá fueron Andrés Famanía Angulo y Rosalía López Villavicencio que era de Santa Rosalía”.

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 “...TUVIMOS UNA INFANCIA MUY FELIZ PORQUE ÉRAMOS UNA SOLA FAMILIA AQUÍ EN LA PAZ…”

“Tuvimos una infancia muy feliz porque éramos una sola familia aquí en La Paz, no había ricos ni pobres. Todos éramos iguales, en la noche jugábamos a la cacachila, al gato, a los encantados, todos como familia, enfrente de la casa teníamos a Los Von Borstel  y Los Ruibal, muy cerca la familia Los Hidalgo Isais en la casa de mi tía Victoria con los primos entre ellos Roberto; también con los hijos de mi tía Alfonsina  con los primos  Poncho, Judith, la Güeri, el Quichú, Luis Miguel y Oscar que era íntimo de   mi hermano Paco, eran de la misma edad; y luego de Los Von Borstel que eran la Mimi que fue íntima de mis hermanas; el Jorge  y el Raúl que era íntimo de Enrique mi hermano, en fin  jugábamos todas las noches ahí y luego mis tías, mi abuela y Las Ruibal sentadas en poltronas en la banqueta, mientras nosotras jugábamos ahí, todo era muy solo, era un solo poste de luz y allí jugábamos toda la chamacada…. Felices de la vida.

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”Era la casa de la calle Revolución, ya en la noche pues nos hablaban y nos metían al baño y hasta el otro día. Lo que si recuerdo mucho son el ruido de los molinos, aunque en la casa no había molino, si había en la casa de Las Ruibal, y toda la noche ¡Rin! ¡Rin! ¡Rin! sacando el agua para las pilas, porque hay que decir que las albercas de nosotros eran las pilas…gozábamos y nadábamos en esas pilas. Recuerdo que la casa de Mario García casado con la Nena mi hermana había una huerta con una pila muy grande y una parota grandota que la usábamos como una liana, nos creíamos Tarzán y nos aventábamos de un lado a otro. Fue una infancia muy feliz que tuvimos gracias a Dios.

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”En la escuela, fui al jardín Colón y en la primaria a la escuela  20 de Noviembre, mientras que  mi papá trabajo en la Tenería, fue el gerente de la Tenería Suela Viosca, trabajo con Mister Nahl, el edificio todavía el cascarón ahí está, trabajo ahí mucho tiempo, pero ya después cuando se quemó la famosa Tenería en el cinuenta y tantos, yo ya estaba casada y había un dicho de broma, decían que se habían quemado lo cueritos de Don Isidro Isais.. Te decía que yo estuve en el Jardín Cristóbal Colón ahí por la Independencia, estuve con la profesora María Luisa Piñuelas, Eloisita Díaz y con mi tía Cayuya; luego me pasé a la escuela 20 de Noviembre por la 5 de mayo que era una escuela primaria particular, después de ahí me pase al Colegio de La Paz que era de   unas religiosas de la orden del Corazón Purísima de María, que ahorita sigue siendo   el Colegio de La Paz donde hicimos el quinto y sexto año. Antes no había este colegio particular, sino que se juntaron grupos de señoras que querían una escuela católica y ahí nos metimos nosotras donde terminamos la primaria. Mis compañeras eran Marilú, María Luisa Estrada Ruibal, María Luisa Ayala, Las Briseño, Ramona que después fue doctora dentista y Lupe ya murió; Tere Flores que ya murió, entre otras amigas”. 

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“DESPUÉS DE QUE CRECIMOS UN POQUITO, MARILÚ Y YO NOS ÍBAMOS AL MOGOTE REMANDO…”

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“Los domingos íbamos a misa y luego a las matinés al cine Juárez y a la Plazuela, o íbamos a nadar a la playa, caminábamos por esa bajada donde estaba la casa de Doña María Luisa Ayala. Ya que crecimos un poquito Marilú y yo nos íbamos al Mogote remando, Armando mi hermano me regalo una  panga de Madera con dos remos; tenía un perro que lo quería mucho y lo encaramábamos en la panga y mi papá nos vigilaba con los catalejos; nosotros  felices y realizadas en el Mogote, las dos nos íbamos remando, fuimos buenísimas para remar y luego nos quedábamos,  habían unos lanchones grandes, Marilú y Yo atracábamos la panguita y a tirarnos clavados, éramos dueñas de todo.  Entonces nos mandaban regañar los del Resguardo Aduanal y nos acusaba con mi papá: “Isidro ahí anda tu hija tirándose clavados”. Y Marilú y Yo creyéndonos Esther Williams. Frente a la playa donde atracábamos estaban las oficinas de la tenería Suela Viosca, a un lado donde ahora está el Burger King, ahí fue donde trabajó mi papá y Armando mi hermano en un edificio impresionante que era de Los Ruffo”.

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