PREDIO PARA LA TENERÍA DEL SEÑOR WENCESLAO VILLANUEVA EN LA PAZ (1903)
Ramón Amador Victoria
En el Archivo Histórico Pablo L. Martínez se encuentra un documento en el cual “Wenceslao Villanueva solicita permiso para establecer en La Paz una curtiduría de pieles” fechado en 1903 asociado a la imagen de dos planos, uno de localización del predio y otro con el diseño de la fábrica para curtir pieles que ya forman parte del Archivo Histórico de la Palabra y la Imagen del Centro de Documentación de Historia Urbana (AHPICedohu) y que es motivo de este relato por tratarse de una tenería donde se producirían pieles para las fábricas de zapatos que había en el puerto de La Paz.
El predio está ubicado en la esquina formada por las calles Central y Séptima (actuales calles 16 de Septiembre y Altamirano, contraesquina del actual Supermercado Arámburo) concurren las antiguas manzanas 146, 148, 213 y 215, en esta última se encuentra un predio de 25 metros por la calle Séptima donde esta una cosa con su corredor y 50 metros por la calle Central donde se localiza la edificación de dos aguas.
Plano de localización del predio propiedad del señor Wencesalo Villanueva en calle Séptima y Calle Central (AHPLM, 1903, MDP No.140).
Tenería es el nombre que recibe toda fábrica o taller donde se curten y trabajan las pieles de los animales, principalmente vacunos y cabríos, para transformarlas en cuero. También se le conoce a la industria del cuero como curtiduría.
En Baja California Sur, el tratamiento de las pieles de los animales se remonta a la época misional, y el proceso tradicional de la curtiduría se conservó en algunos ranchos y pueblos donde se asentaron ex soldados del presidio de Loreto después de la expulsión de los jesuitas en 1769. Para el periodo porfiriano, la curtiduría como saber familiar con el que se producían enseres de utilidad para la vida cotidiana era ya ocupación y oficio principal con el que se sostenían algunos artesanos que contaban con algún familiar como ayudante y aprendiz; en este caso, la producción ya estaba dirigida al mercado, pero la tecnología seguía siendo tradicional. La producción de pieles, sin embargo, no tenía como destino principal el mercado peninsular para su curtimiento, sino que las pieles se vendían frescas al mercado estadounidense y al de los estados vecinos de Sonora y Sinaloa (Preciado, 2005: 309).
El curtido de pieles en los ranchos sudcalifornianos se limitó, en un principio, a ser una actividad gracias a la cual se podían conseguir por intercambio otros artículos y hasta mercancías de primera necesidad; pero al ir creciendo los pueblos debido al impulso del despunte de la minería, la curtiembre en talleres todavía rudimentarios y familiares se conectó con actividades productivas de talabartería y fabricación de calzado ejercidas ya no casual e intermitentemente por algunos artesanos, sino de manera continua y con el propósito específico de llevar sus productos al mercado. A veces el curtido de las pieles y el oficio de zapatero eran ejercidos por la misma persona, o el propietario de la curtiduría era también el dueño de la fábrica de calzado, o el talabartero y el zapatero eran ajenos a la curtiembre de pieles (Preciado, 2005: 309-311).
No se sabe con exactitud si la fundación de la Tenería de La Paz por los propietarios Santiago Viosca, W. H. Rocholl y Antonio Ruffo, en el año de 1903, fue culminación y expresión de una tendencia más general que se venía dando en la península hacia la industrialización de las pieles por el crecimiento de la demanda y la bonanza que experimentaba la ganadería, o si fue el establecimiento de la tenería paceña la que trajo como consecuencia un crecimiento de la producción de pieles y de la curtiduría en el ámbito peninsular. Lo cierto es que informes de la segunda mitad de la década de 1900 consignan más de cincuenta talleres o tenerías en todo el Distrito Sur de la Baja California (Preciado, 2005: 312).
Fue en esa década, precisamente en el año de 1903, que el ciudadano Wenceslao Villanueva presentó un ocurso a las autoridades para establecer una tenería en la ciudad de La Paz. Wenceslao Villanueva, con vivienda en la manzana número 201 sobre la calle del Obispado en la ciudad de La Paz, que ya desde el año 1896 aparecía en los registros con el oficio de zapatero (Preciado, 2005: 315), presentó ante la Jefatura una solicitud para establecer una tenería en los suburbios del puerto. Las razones las dio a conocer en el mismo ocurso con fecha del 05 de marzo de 1903 expresando al Delegado del Consejo Superior de Salubridad que deseaba establecer una curtiduría en pequeña escala con el fin de curtir los cueros necesarios para su taller de zapatería, por lo que se había fijado para su propósito en un “solarcito” en los suburbios de La Paz, en la calle Central y Séptima del plano de la ciudad, cuyo croquis acompañó en cumplimiento de lo que prevenía el Código Sanitario, esperando que con la previa información y el parecer del señor Delegado de Sanidad se le extendieran los permisos correspondientes. Posteriormente, el 09 de octubre del mismo año de 1903, el señor Villanueva presentó al Jefe Político el plano y el croquis de la Tenería (AHPLM: 1903, MDP No.140).
El diseño de la Tenería o Curtidería del Sr. Villanueva que aparece en el plano cuenta con una pieza para guardar materiales. Una Pieza de enjaulado para el tanque y barricas, un Tanque de madera para curtir, una Barricas para el agua, un Cobertizo, un Patio cercado de tablas y un Pozo de agua, con la siguiente descripción: “El edificio es de construcción muy rústica pues los materiales de que está formado son tablería y palma. Está situado fuera de la ciudad sobre terreno sumamente movedizo y poroso y en nada puede perjudicar la salubridad pública su instalación”. Se puede ver en el plano un médano por la calle central y un arenal en la parte posterior del predio.
Se desconoce si la construcción la tenería del señor Wenceslao Villanueva llegó a realizarse. Lo cierto es que ya para el mismo año de 1903 la producción de pieles se destinó mayoritariamente a la Tenería de La Paz, ejerciendo un control considerable en la demanda local en cuanto a la industria de pieles por sobre otras tenerías de la región. Es de suponer que al señor Wenceslao le parecía más conveniente producir el cuero para la fabricación de zapatos que conseguirlo con algún otro curtidor de pieles.
Croquis del diseño de Curtidería propiedad de Wenceslao Villanueva, AHPLM, 1903, Ficha MDP No.140
FUENTES DE CONSULTA
ARCHIVO HISTÓRICO PABLO L. MARTÍNEZ. Acervo Documental: Documento 537.- (1903. La Paz, febrero 28). Wenceslao Villanueva solicita permiso para establecer en La Paz una curtiduría de pieles. Gobernación. Exp. 169 (IV/V-364/E-169/8FF) Contiene: Un timbre, así como un croquis y un plano del lugar donde se ubicará dicha curtiduría. El croquis se localiza en expediente foja número 4; y el plano como MPD número 140/ Mapoteca/ Planero/ Gaveta número 9.
JUAN PRECIADO LLAMAS, En la periferia del régimen. Baja California Sur durante la administración porfiriana, La Paz, Baja California Sur, Universidad Autónoma de Baja California Sur, Gobierno del Estado de Baja California Sur, Instituto Sudcaliforniano de Cultura, Secretaria de Educación Pública, 2005.
Portada del Expediente (AHPLM, 1903).