LA CONSTRUCCIÓN DE DOS CAPILLAS DE DESCANSO DE CADÁVERES A LA ENTRADA DEL PANTEÓN DE LOS SANJUANES EN 1892
Ramón Amador Victoria
En el Archivo Histórico Pablo L. Martínez se encuentra un documento con el título “Antecedentes relativos a la construcción de las piezas para descanso o depósito de cadáveres” fechado en 1892 asociado a una imagen de la planta y las fachadas de las capillas que motiva a la escritura de este relato porque fueron dos edificaciones que se ubicaron en el acceso al panteón de Los Sanjuanes.
Plano que contiene la planta de las capillas con un acceso y tres ventanas, la facha lateral y la fachada frontal (AHPLM, Acervo cartográfico: MPD Núm. 99/ Mapoteca/ Planero/ Gaveta núm.6)
El panteón más antiguo de la ciudad de La Paz, reconocido gracias a un plano del puerto del año 1847, se encontraba en la salida del camino a La Huerta, ubicado en el lugar que actualmente corresponde a la manzana formada por las calles Guillermo Prieto, Independencia, Reforma y Aquiles Serdán; posteriormente se ubicó otro panteón en un lugar más alejado, en las antiguas manzanas 282 y 284 que corresponden en la actualidad a las calles 5 de Mayo, Félix Ortega, Hidalgo y Marcelo Rubio. Ambos panteones de la ciudad, fueron reconocidos como Panteón y Cementerio, respectivamente y estuvieron funcionando hasta el primer decenio del siglo XX.
No obstante, estos primeros panteones no cumplían con las demandas de higiene y salubridad, por lo que en la sesión del 3 de enero de 1882 las autoridades políticas del Territorio y del Ayuntamiento de la ciudad de La Paz señalaron el nuevo espacio que ocuparía el llamado Panteón Municipal; así, con una extensión de 100 metros por lado, sería establecido rumbo a la colonia El Esterito, en los límites norte y este de la ciudad, en la prolongación de la calles Frontera y más allá de la duodécima (hoy en día, H. Colegio Militar e Isabel la Católica, respectivamente). Fue el 5 de mayo de 1882, la fecha en que se colocó la primera piedra del nuevo panteón, reconocido posteriormente con el nombre de “Los San Juanes”. (González, 2016: 167)
Con el paso de los años, respondiendo a la ornamentación de la ciudad y al mantenimiento del sitio, el Ayuntamiento de La Paz fue haciendo constantes mejoras al aquel entonces nuevo panteón municipal. Entre tantas construcciones más emblemáticas que se han hecho al paso del tiempo resaltan especialmente un par de capillas que fueron construidas en el año de 1892, es decir, diez años después de que se colocara la primera piedra de inauguración del nuevo panteón.
Los antecedentes relativos a la construcción de las dos capillas los encontramos en unos documentos del año 1892 (AHPLM). En una serie de correspondencias entre el secretario del Ayuntamiento de La Paz, Adrián Valadés, el Tesorero Municipal y el presidente del Municipal de La Paz, se aclaró que las dos piezas que fueron construidas serían utilizadas “para descanso o depósito de cadáveres”. En un comunicado, con fecha del 25 de mayo del antedicho año de 1892, las comisiones de Hacienda y Panteón expresaron que, tras una examinación detenida de los gastos erogados por el Jefe Político en las dos piezas que se construyeron en el panteón municipal para depósito de cadáveres, encontraron los costes perfectamente justificables; añadiendo que dichos gastos se habían realizado de la manera más económica. En vista de ello, propusieron al Ayuntamiento de la ciudad las siguientes resoluciones: Primero, se pidió que diesen la orden a la Tesorería para que, desde luego, pagase la cantidad de 832.47 pesos que importaron las cuentas de los gastos de construcción de las dos salas que, para depósito de cadáveres, se construyeron en el Panteón Municipal de esta ciudad. Segundo, solicitaron la autorización para seguir haciendo los gastos que faltasen hasta la completa terminación de las mejoras, poniéndose de acuerdo con el Jefe Político. Y tercero, se pidió que diesen las gracias al Jefe Político, General Bonifacio Topete, por su disposición para la realización de la mejora antes dicha. En la sesión del 3 de junio, del mismo año, fueron aprobadas en todas sus partes las disposiciones anteriores.
La tarea de construcción no quedaría frenada. Un poco después, durante el mismo año, en un comunicado remitido por Ángel G. Ortíz al Presidente Municipal de La Paz, se notificó que el Jefe Político había aprobado el gasto de 139 pesos efectuado en la compra de 160 fanegas de cal de los cuales se usó una parte en las “salas de depósito” que se construyeron en el panteón. En el transcurso de los años siguieron efectuándose mejoras, tanto en las dos salas como en todo el panteón de Los San Juanes. Siendo, pues, que de la mano del hombre y del tiempo se levantan en la actualidad esas dos capillas para contarnos una historia: estos tan sólo son sus antecedentes.
Cortejo fúnebre frente a las capillas en el acceso al panteón de Los Sanjuanes (AHPLM, 18 mayo 1922, No. de inventario: 4286. Título de serie: panteones).
Desde finales del siglo XIX hasta el tercer cuarto del siglo XX las dos capillas fue la única entrada al panteón de Los Sanjuanes hasta que el panteón se amplió hacia el poniente en el último cuarto del siglo XX quedando a 77 metros de distancia del nuevo acceso principal. Una de las capillas se usó por mucho tiempo como almacén convertida ahora en un lugar de oración, mientras que la otra es utilizada como oficina administrativa. En sus alrededores, existen además algunas tumbas pertenecientes a personas de familias paceñas muy conocidas del siglo XIX, tales como las familias Vives, Ruffo, Von Borstel, Balarezo, Canseco, Arriola, Hidalgo, Encinas, González, Viosca, entre muchos otras.
La Paz, Baja California Sur a 23 de junio de 2020.
REFERENCIAS DOCUMENTALES:
ARCHIVO HISTÓRICO PABLO L. MARTÍNEZ. Acervo documental: (1892. La Paz, agosto 31). Ramo: Porfiriato. Sección: Ayuntamiento. Documento 32. Exp. S/N (IV/V-237/E-S/N/L-1/9FF). Acervo cartográfico: MPD Núm. 99/ Mapoteca/ Planero/ Gaveta núm.
GONZÁLEZ CRUZ, Edith, RIVAS HERNÁNDEZ, Ignacio, ALTABLE, Francisco, La Paz, sus tiempos y espacios sociales, México, Gobierno del Estado de Baja California Sur, Secretaría de Cultura, Instituto Sudcaliforniano de Cultura, Archivo Histórico Pablo L. Martínez, 2016.