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#17

El Verne, El Yeyé, El Muelle Y El Malecón

De La Ciudad Donde Vivimos(*)

Gilberto Piñeda Bañuelos

La mamá del Verne, la Lulú, es de Peñasco pero ya vive en La Paz desde antes de que naciera el Verne;  su papá, su tía, su abuela y su abuelo, Tito, Vernna, Mirna y Gilberto,  somos paceños,  su hermanita más pequeña que él, Amet Aída, también es paceña. Así que el Verne tiene una mezcla de sangre paceña y sonorense.

El Verne cuando  nació, vivió en La Casa de Chayito y Raúl, esta casa está como  a cincuenta metros del Malecón, a cinco cuadras y media  del antiguo Muelle Fiscal; Raúl y Chayito eran sus bisabuelos que también eran paceños, los padres de Raúl eran paceños también, Filemón C. Piñeda Contreras  y Victoria Chacón Meza,  y de Chayito, su madre María Antonia Isais Marcq era paceña y su padre José Ignacio Bañuelos Cabezud era de Jalisco.

La Casa de Chayito y Raúl  está por la calle Rosales, que en el pasado fue la desembocadura de uno de los arroyos de la ciudad, y lo sigue siendo, solo que con pavimento de concreto, a un costado del Hotel Los Arcos que por cierto se encuentra sin actividad por una huelga que ya ganaron los trabajadores pero parece que no ha podido concluir el juicio laboral.

Cuando el Verne empezó a decir sus primeras palabras, hace como cinco años, me empezó a decir Yeyé (seguramente lo tomó de una caricatura para niños que él veía de bebé),  parece que Yéye es alguien que procede de la década de los 60 (las y los chicos yeyé) pero más bien es una de las traducciones de “abuelo” en chino. Por lo tanto, ya no soy Gilberto, ni Tito… soy Yeyé.

Fue el caso que el año pasado, habiendo ingresado al segundo grado de primaria,  el Verne le pidió al Yeyé,  unas fotografías antiguas porque tenía el encargo de su  profesora de 2º grado  de la escuela primaria Capitán Rosendo Robles, hacer una tarea relacionada con la ciudad de La Paz de antes, él sabía que yo trabajaba en la Universidad con fotos antiguas. 

 

Pasaron los meses y una profesora de primaria amiga mía que se llama Antonieta me solicitó hacer un recorrido por el centro histórico de la ciudad para sus niños de primero o segundo año de primaria, porque sabía de los recorridos histórico-culturales que realizo  los domingos por parte del Centro de Documentación de Historia Urbana (CEDOHU UABCS), del cual soy responsable,  para conocer la historia de la ciudad; estos recorridos  inician a las 7 de la mañana en al antiguo muelle fiscal y duran cerca de tres horas a pié por el centro histórico de la ciudad de La Paz. Yo le aclaré que estos recorrido están diseñado para jóvenes y adultos y no para niños, pues diseñarlo para ellos llevaría un buen tiempo por varias razones: primero, el lenguaje de los niños es sustancialmente diferente al de los jóvenes y adultos; los tiempos y las horas de recorrido deben ajustarse,  y tercero, los criterios de diseño de los recorridos deben corresponder a la edad de los niños y niñas.

En ese momento no me sentía con la capacidad para diseñar en corto plazo un recorrido para niños,  no tenía la experiencia docente con niños, así que le tuve que decir que no podía; pero me quedé con la “espinita”, y me acordé de la tarea del Verne y pensando que en el año escolar próximo estará en tercer grado,  tenía noticia por unos talleres que impartí en la licenciatura de Historia de la Escuela Normal Superior y unas platicas en la Escuela Normal Urbana,  hace como tres o cuatro años, que en tercero de primaria  llevan un libro editado por la SEP que se llama Baja California Sur. La entidad donde  vivo,   entonces  le platiqué al Verne sobre el libro que llevaría en tercero y así en el camino a la escuela que hacemos juntos todas  las mañanas fuimos construyendo entre plática y plática el proyecto escolar que empezó a tomar forma rápidamente; el caso fue que empezamos a concretarlo con la primera sesión de fotos que fueron seis  y vino poco después una segunda sesión de fotos, que fueron diez, en esta segunda sesión fue acompañado del Tito Livio, su primo hermano, que es más pequeño, y en ambas sesiones por la Directora y la Subdirectora de la Robles.

O sea que la idea es hacer un recorrido visual por la ciudad para contar la historia y los cambios que esta ciudad ha tenido en el tiempo, pero con la participación directa de los niños y niñas en el proyecto escolar.

¿Qué propósito tendría este proyecto escolar con el Verne?

Reforzar el objetivo general  del libro Baja California Sur: la entidad donde vivo ya que  al inicio del libro de texto  dice que “fue elaborado para que conozcas tu entidad de manera divertida, al leer temas científicos y pasajes históricos, observar imágenes de espacios y épocas diferentes” y “localizar en mapas diversos elementos…”  y como el lugar de la entidad donde viven los niños paceños es su ciudad, esa sería el espacio a observar, para entender las transformaciones que ha tenido la ciudad de La Paz desde su fundación, y una manera de hacerlo es a través de la fotografía antigua que en el proyecto escolar le llamamos el ANTES y las fotografías actuales que le llamaríamos el AHORA; y como sugirió el Verne cuando estábamos platicando sobre el proyecto “para  encontrar con estas dos fotos las DIFERENCIAS y las SEMEJANZAS” tal como es el juego habitual de niños y niñas: “encuentra las diferencias”.

Si todo sale bien, el propósito se puede cumplir y cobra mayor pertinencia este proyecto escolar porque en el bloque I del libro de tercer grado que se comenta viene el el Tema 4. Paisajes y vida cotidiana que nos hablan del pasado y aparece al inicio del tema dos preguntas que el producto del proyecto escolar que se obtenga al final puede responder: ¿Conoces alguna familiar que relate lo que hacían los abuelos o los bisabuelos? y ¿Cómo era la ciudad o el pueblo dónde vives?.

Algo extraordinario que le sucedió al Verne y al Yeyé, fue la  invitación de la directora de la Robles, para que se presentara, como se presentó,  el proyecto escolar en la Reunión Técnica del personal docente del viernes 29 de mayo; la primera parte de la exposición la hizo el Verne con 16 fotografías que previamente se pegaron en un mural que él mismo había tomado el 19 de marzo y el 16 de abril anterior y la segunda parte la explicó el Yeyé, aunque a lo largo de la exposición el Verne siempre estuvo interviniendo, una exposición llena de anécdotas muy bonitas que fueron para no olvidar.

Lo que ya empezó a hacer el Verne y que seguirá haciendo con sus amiguitos y amiguitas que se espera se integren al proyecto  es tomar fotos actuales de las fotos antiguas que ha estado seleccionando el Yeyé; porque según el Verne tomará de 60 fotografías más, lo que significará unas diez sesiones de fotos en los siguientes meses, se trata de  tomar AHORA la fotografía de ANTES, entonces, para empezar, lo que hizo el Verne en la presentación es un recorrido visual por el MALECÓN hasta el antiguo MUELLE Fiscal, saliendo de La Casa de Chayito y Raúl que es el punto de encuentro para preparar cada sesión de fotos, entonces con las 16 fotos antiguas que habíamos seleccionado previamente obtenidas del Archivo Histórico Pablo L. Martínez, el Verne les presentó a los docentes de la Robles las fotos de AHORA que él tomó con una pequeña camarita Sony.

El recorrido visual por el MALECÓN, resultado de la sesión de fotos del 19 de marzo es el siguiente: nos encontramos una foto del Antiguo Hotel Los Arcos tomada por R.A.M hace cerca de  76 años desde el malecón donde se ve la terraza del hotel con la arquería de sus cuatro grandes arcos de medio punto y a un costado una casa antigua; enseguida desde el medio de la calle hay una foto tomada hace cerca de 66 años donde se ve un grupo de palmeras de coco en perspectiva por ambas aceras y  en primer plano a la derecha el Antiguo Parquecito Cuauhtémoc con su torre de fierro tubular redondo (Desde donde se cayó Raúl, el bisabuelo del Verne cuando estaba joven) y detrás de ella una torre que parece que alguna vez tuvo un reloj, y al fondo una enorme embarcación atracada en el muelle; nos bajamos a la arena de la playa  porque hay dos fotos semejantes, una de ellas tomada hace cerca 76 años y la otra hace cerca de 116 años, en ambas  se observa la ensenada de La Paz y al fondo el muelle con muchas embarcaciones atracadas, la diferencia es que en la más antigua destacan los grandes barcos de vela,  y otras  embarcaciones más ancladas al frente; y en la foto más reciente destaca a la derecha la hilera de palmeras a lo largo del malecón, mientras que en la más antigua, el malecón no existía; seguimos caminando y pasando la calle bravo hay una foto tomada hace cerca de 56 años desde el malecón con sus palmeras donde se mira el edificio de la antigua Agencia Ford con sus laureles de la india de mediana altura enfrente; nos cruzamos la calle casi llegando al muelle hay una foto tomada hace cerca de 86 años donde se miran solamente dos vehículos Ford Modelo T circulando por la calle,  solo una persona caminando por el Malecón que ya tenía las bancas de cemento, dos canoas de madera ancladas cerca de la orilla de la playa y al fondo otra vez el muelle pero ahora sin embarcaciones atracadas; nos cruzamos de nuevo y hay otra foto tomada desde la calle hace cerca de 66 años, es un crepúsculo con la silueta de un palmera de baja altura en el Malecón y al fondo el brillo del sol en la ensenada y la silueta del muelle con varias embarcaciones atracadas; finalmente, de nuevo nos cruzamos a la playa y desde el muelle se ve una panorámica de la ensenada y el Malecón en la playa sur de la ciudad, en la arena y en la ensenada se encuentran en primer plano varias lanchas y canoas de madera, al lado izquierdo, el malecón con sus bancas de cemento y una larga fila de palmeras y al fondo del largo malecón se encuentra primero el muellecito de madera de la calle Bravo y atrás la arquería del Hotel Los Arcos y un gran edificio blanco más allá de la calle Legaspi. 

El recorrido visual en  el MUELLE y sus alrededores resultado de la sesión de fotos del 16 de abril es el siguiente: empezamos con la foto más antigua que obtuvimos tomada hace cerca de 126 años desde la playa norte que  era parte de la calle pues no había malecón, donde se observa mucho movimiento de personas, varias carretas de tracción animal y al fondo la entrada al muelle donde se encontraba la torre del vigía de base cuadrada y en la acera de enfrente en la esquina un lugar de hospedaje llamado Hotel Palacio y al fondo una edificación de dos pisos que era la tenería Rocholl y Ruffo; en el mismo lugar pero en la acera de enfrente hay una foto tomada hace cerca de 86 años hacia el mismo lugar que la anterior, solo que en esta acera se ve una hilera de laureles de la india y una mula que seguramente jala una carreta; y en la acera de enfrente  ya se ve el Malecón con sus bancas de cemento y palmeras, la misma Torre del Vigía a la entrada al muelle y en el centro de la calle una especie de camellón que lo forman luminarias esféricas dobles colocadas sobre  postes de cemento y al fondo un carro Ford modelo T o  modelo A; acercándonos un poco al muelle tenemos una foto tomada hace 98 años en la mera entrada al muelle donde se encontraba la imponente  Torre del Vigía afectada por un ciclón que recién había pasado pues se percibe la destrucción de los rieles de vagones que en aquel entonces había en el muelle; entrando al muelle hasta el embarcadero de tablones de madera sin barandal de protección hay un foto tomada hace cerca de 76 años con vista hacia la ciudad se encuentran en primer plano hombres trabajando,  y los rieles de los vagones que iban desde el embarcadero hasta la entrada del muelle, pasando la Torre del Vigía de base cuadrada, y al fondo se ve una edificación en la calle Muelle que parece un gran almacén  y atrás el imponente edificio de La Perla de La Paz,  Y más atrás se avistan las torres del templo de la parroquia de Nuestra Señora del Pilar de La Paz, y mucho más atrás con los cerros de fondo; otra foto más reciente tomada al costado sur  de la otra  pero hace cerca de 56 años, la Torre del Vigía ya no es de base cuadrada sino circular, y en el primer plano se encuentran embarcaciones de madera a las que se baja desde el muelle por una escalera y al fondo de la foto un abundante arbolado de laureles de la india; en seguida nos subimos a la Torre del Vigía y desde las alturas tomamos tres fotos, la primera es un muy antigua tomada hace 106 años que es una panorámica hacia la playa sur, interesante porque se ve abajo un muro de piedra que separaba la playa de la calle, todavía sin malecón, en la calle una línea de palmeras a lo largo del muro y en la acera de enfrente abundante vegetación de laureles de la india y se observa  la planta alta del edificio de la tenería Rocholl y Ruffo y a un costado dos casas antiguas, llama la atención que la ensenada de  La Paz entra hasta los paredones que colindan con la antigua calle Comercio (actual Mutualismo) y por lo tanto la manzana triangular del parquecito Cuauhtémoc no existía, era playa; las otras dos fotos son semejantes, una tomada hace cerca de 96 años y la otra hace 50 años, en la primera hay un desembarco masivo de personas  que se mezclan con personas que las reciben, se trata de un buque de vapor muy grande y al fondo los manglares de El Mogote; a diferencia de la segunda que la embarcación es mucho más grande en el que se embarcan pacas de algodón traídas del valle de Santo Domingo, movidas en el Muelle con una Grúa; al frente un fragata de la Marina y un barco mercante pequeño.

Así termina el recorrido del Verne y al final, una nievecita o un raspado en los juegos junto al muelle con el Tito Livio y después de regreso a La  Casa de Chayito y Raúl  a organizar en la computadora las fotos tomadas por el Verne… Y a disfrutar de las palomitas y ver caricaturas.

Ancla 17

(*) Artículo publicado en la página de Opinión de El Sudcaliforniano el domingo 8 de mayo de 2016.

RECORRIDO VISUAL POR EL MALECON

Y EL MUELLE.

VISTA DEL ANTIGUO HOTEL LOS ARCOS DESDE EL MALECÓN

Cerca de 1940

ANTES

VISTA DE LOS ANTIGUOS PARQUECITO CUAUHTEMOC Y  MUELLE FISCAL DESDE EL MALECÓN.

Cerca de 1950

ANTES

AHORA (76 años después)

AHORA (66 años después)

Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1940

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1950

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 19 de marzo de 2016 por la mañana

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 19 de marzo  de 2016 por la mañana.

VISTA DEL MUELLE FISCAL  DESDE LA PLAYA SUR

Cerca de 1900

ANTES

VISTA HACIA EL MUELLE  Y EL MALECÓN DESDE LA ARENA DE LA PLAYA FRENTE AL PARQUECITO CUAUHTEMOC

Cerca de 1940

ANTES

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1900

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1940

AHORA (76 años después)

AHORA (116 años después)

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 19 de marzo de 2016 por la mañana.

EDIFICIO DE LA ANTIGUA AGENCIA FORD EN EL MALECÓN

Cerca de 1960

ANTES

VISTA HACIA EL MUELLE Y ANTIGUA CALLE PLAYA CON DOS CARROS FORD MODELO T CIRCULANDO POR LA ANTIGUA CALLE PLAYA (Actual Álvaro Obregón)

Cerca de 1930

ANTES

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1960.

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1930.

AHORA (56 años después)

AHORA (86 años después)

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 19 de marzo  de 2016 por la mañana.

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 19 de marzo  de 2016 por la mañana.

VISTA HACIA EL SUR DEL MALECÓN Y DEL MUELLECITO DESDE LA ARENA DE LA PLAYA CERCANA AL ANTIGUO MUELLE FISCAL

Cerca de 1950

ANTES

VISTA DE ATARDECER EN EL MUELLE FISCAL

Cerca de 1940

ANTES

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1940.

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1950.

AHORA (66 años después)

AHORA (76 años despúes)

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 19 de marzo de 2016 por la mañana.

VISTA DE LA ANTIGUA CALLE PLAYA HACIA LA TORRE DEL VIGÍA EN EL MUELLE FISCAL

Cerca década de 1890

ANTES

VISTA DE LA ANTIGUA CALLE PLAYA HACIA LA TORRE DEL VIGÍA EN EL MUELLE FISCAL

Cerca de 1930

ANTES

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca. década de 1890.

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1930.

AHORA (86 años después)

AHORA (126 años despúes)

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

VISTA DE LA TORRE DEL VIGÍA EN EL MUELLE FISCAL DESPUES DE UN CICLÓN

1918

ANTES

VISTA DEL MUELLE FISCAL DESDE EL EMBARCADERO HACIA LA TORRE DEL VIGÍA

Cerca de 1940

ANTES

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, 1918.

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1940.

AHORA (76 años después)

AHORA (98 años después)

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

VISTA DEL MUELLE FISCAL DESDE EL EMBARCADERO HACIA LA TORRE DEL VIGÍA

Cerca de 1960

ANTES

VISTA AÉREA EDIFICIO DE TENERIA  Y PLAYA SUR SIN MALECÓN DESDE LA TORRE DEL VIGÍA

Cerca década de 1910

ANTES

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1960.

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca. década de 1910.

AHORA (106 años después)

AHORA (56 años después)

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

VISTA AÉREA DE BUQUE DE VAPOR DESEMBARCANDO PERSONAS EN EL MUELLE FISCAL DESDE LA TORRE DEL VIGÍA

Cerca de 1920

ANTES

VISTA AÉREA DE BUQUE EMBARCANDO PACAS DE ALGODÓN  EN EL MUELLE FISCAL  DESDE LA TORRE DEL VIGÍA

Cerca de 1960

ANTES

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1920.

Foto: Archivo Histórico Pablo L. Martínez, ca.1960.

AHORA (56 años después)

AHORA (96 años después)

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

Foto: Verne Piñeda Castro, sábado 16 de abril  de 2016 por la tarde.

#18

La 18 De Marzo, Una Histórica

Escuela Primaria Que No Debe Desaparecer (*)

Gilberto Piñeda Bañuelos

Con tristeza, nostalgia, enojo y rabia,  muchos paceños recibimos la noticia que  a partir del ciclo escolar 2016-2017, la Secretaría de Educación Pública cerrará la Escuela Primaria 18 de Marzo por donde pasamos miles de niñas y niños paceños.   

Se justifica el enojo y la rabia de los niños, niñas, padres de familias y egresados, al saber que ya no habrá más escuela 18 de marzo. La desaparición de la Escuela Primaria 18 de Marzo ha provocado una crisis familiar y de identidad cultural muy fuerte,  no sólo entre los padres de familia que tenían  hijos en la 18 y que los iban a inscribir ahí mismo en el siguiente ciclo escolar; sino también en adolescentes, jóvenes, personas adultas y adultos mayores, que alguna vez tomamos clase en la vieja escuela 18 de marzo anterior a la década de 1960 que debieron ser más de 60 generaciones y de la moderna escuela 18 de marzo a partir de la década de 1960 que debieron ser más de 50 generaciones de niños y niñas, y algunos años de al menos tres  generaciones de la UABCS que iniciaron sus estudios en ese edificio en 1976.

El gobierno no deja claro si el edificio se va a demoler parcialmente en el piso superior en riesgo de colapso, según dicen,  o se va a demoler totalmente, y si esto último sucede, no queda claro si el predio seguirá siendo propiedad pública o se piensa privatizar; niños y niñas de la 18 y padres de familia, no saben a ciencia cierta que va a pasar con el inmueble, que por cierto resultan admirable las palabras de una niña de 5º año en un video que circula en las redes sociales, que habla fuerte contra las autoridades educativas, llama a la sociedad y a los padres de familia a defender la escuela 18 de marzo, explica con mucha claridad la relación de la escuela con alumnos y ex alumnos,  y  se opone tajantemente a que desaparezca; incluso llega a considerar  al lugar donde se ha edificado su escuela como parte del patrimonio cultural de los paceños.

Si el edificio se demuele parcialmente y se refuerza la colindancia que se encuentra en riesgo de colapsarse, como dicen, es importante que se continúe con el funcionamiento de la escuela primaria; por el contrario, si existen razones técnicas suficientes y necesarias para que sea demolido totalmente, es necesario que el predio se conserve como propiedad pública y se reconstruya el edificio para que siga funcionando como escuela primaria, y en este caso, una de las opciones es el rescate el lenguaje arquitectónico  de la antigua Escuela No.3 y se elabore el nuevo proyecto de escuela primaria, con el mismo nombre de 18 de Marzo.

Para reforzar el rescate de la escuela primaria 18 de marzo, sigamos esta crónica con algunas referencias históricas.

El parvulito Cristóbal Colón, las escuelas primaria No.1., No.2 y No.3 (18 de marzo), la secundaria y la preparatoria Morelos fueron las históricas escuelas de muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes paceños; a ellas se suman la 20 de noviembre, la 8, la Nocturna, el Colegio de La Paz, la Academia Comercial Salvatierra, la Madero, la Carranza, la Simón Bolivar, la Torres Quintero, la Robles, entre otras, y mucho antes, en las primeras décadas del siglo XX la Escuela Industrial (que dicho sea de paso, en la década de 1920 era dirigida por mi bisabuelo Isidro Isais Cedano teniendo como Secretario Contador  a Don Carlos M. Cornejo).

Una vieja casona del siglo XIX ubicada en la calle central esquina con el callejón Delicias, fue adquirida por el gobierno para establecer ahí una escuela de primeras letras, después llamada Escuela Primaria No.3 que posteriormente recibió el nombre de  18 de marzo, de donde hemos egresado miles de paceños. Todavía vivimos muchos de los que en la décadas de 1940 y 1950 asistimos a la escuela 18 de marzo que era aquella vieja casona ampliada con más salones, un patio, un corredor y un teatro al aire libre; quienes recuerdan esa escuela hasta 1962, cuando fue demolida por instrucciones del gobernador de aquel entonces, el General Bonifacio Salinas Leal junto con la antigua Casa de Gobierno y los kioscos del Jardín Velasco y del Malecón, que también fueron demolidos;  fue cuando se cerró el callejón 18 de marzo y se  construyó en el lugar la escuela con la arquitectura moderna que ahora conocemos, que para las nuevas generación de egresados es ya un patrimonio cultural.

Durante la investigación sobre historia urbana que llevo a cabo, me encontré un expediente con varios documentos interesantes en el Archivo Histórico Pablo L. Martínez (AHPLM) fechados en varios días del año 1871 en el que se documenta que al antigua casa de Doña Epistema C. de Mancilla ubicada en la calle Medellín (actual calle 16 de septiembre que hasta 1886 se llamó Medellín y a partir de ese año adoptó el nombres de Calle Central, ahora 16 de septiembre) y el callejón Delicias (llamado anteriormente callejón 18 de marzo, ahora cerrado por la nueva escuela del mismo nombre) en la Manzana O (actual manzana No.52); se puso en  venta siendo jefe político del Territorio Sur de Baja California Don Bibiano Dávalos quien instruye el 17 de abril de 1871 a que “se proceda a la compra de la casa de la señora Doña Epistema C. de Mansilla”, originalmente propiedad de Don Manuel Mansilla, donde se instalaría una escuela de niñas, para lo cual comisiona para su avalúo a Vicente Patiño, perito, Manuel Ortiz, maestro de obras y Julián G. Galindo maestro carpintero;  el 19 de abril el jefe político recibe el plano y avalúo por la comisión y se instruye el pago de 4 mil pesos por la caja; sin embargo  el 6 de junio de 1871, el jefe político comunica a la Secretaria de Hacienda que  el pago se haría al “Sr. Don Félix Gibert por habérsela comprado éste a la señora Doña Epístema C. de Mansilla”.

Para la elaboración del plano, la comisión menciona que iniciaron “a medir y encontramos –dice- tener  por la calle Medellín diez y siete metros, por Las Delicias  Veintinueve metros, por la línea opuesta a la de Medellín veinticinco metros, por la opuesta a Las Delicias veintinueve metros…”, además mencionan que el espesor de los muros eran de adobe y tabique de 42 centímetros de espesor, la altura de 5.80 metros y los techos eran de viga de palo prieto y tablas en la cubierta con entramado; el corredor interior medía  12 metros de largo por 2.50 metros de ancho; en el patio mencionan que había una caballeriza, un cuarto escusado y un pozo; y que el total del avalúo era de 4 mil 700 pesos.

El 24 de junio de 1871 la Jefatura Superior de Hacienda de Baja California resuelve comprar la casa en 4 mil pesos y así se lo comunica al Jefe Político; el 30 de junio  el Juez de Primera Instancia Lic. Eduardo Rivas escritura la casa a favor del “Supremo Gobierno” y finalmente el 31 de octubre de 1871,  quedó “..perfeccionada la escritura de venta otorgada por Don Félix Gibert de la casa que le compró el gobierno para la escuela de niñas”… O sea, todo hace indicar que la historia de nuestra  escuela primaria (Escuela de Niñas, Escuela No.3 y Escuela 18 de marzo) cumple ya  145 años, una larga historia por contar.

Hay una fotografía de la antigua escuela no.3 tomada probablemente hace más de 80 años que es la antigua casa del siglo XIX propiedad sucesivamente de Don Manuel Mansilla, de Doña Epistema C. de Mansilla y de Don Félix Gibert, reformada, ampliada y rehabilitada, probablemente en las primeras décadas del siglo XX, que fue captada por el lente de nuestra histórica fotógrafa, Doña Clotilde, que firmaba las fotos como C.Rodriguez;  en esa escuela donde estudiamos las generaciones de la escuela No.3 y de la  18 de marzo anteriores a la década de 1960, donde se puede observar que en la esquina del callejón 18 de Marzo y la calle 16 de septiembre estaba la entrada a la escuela con un gran arco cercano al medio punto enmarcado, con un zoclo  alto corrido en la base del edificio, los vanos en cada salón son cuadradas enmarcadas con ventanas abatibles de vidrio con entramados de madera,   y en la parte superior del edificio una cornisa neoclásica corrida con un remate de pretil en la parte superior.

Entre 1954 y 1960 cursé mis seis años de primaria  en la escuela 18 de Marzo en ese antiguo edificio ubicado en la esquina de la calle 16 de septiembre  y el callejón 18 de marzo; la Mirna cursó el primer año y nuestros hijos Vernna Alheida y Tito Fernando también estuvieron en la 18 los seis años de primaria.  Así que cuando supe que iba a desaparecer la escuela 18 de marzo, vinieron a mi cabeza los recuerdos de mis compañeros y compañeras de la primaria pero sobre todo el recuerdo de aquellos y aquellas que nos enseñaron a leer y a escribir, a contar, a dibujar, a medir, a declamar, a cantar, a jugar, a observar la naturaleza, a conocer la ciencia básica, a elaborar trabajos manuales; a practicar caligrafía para mejorar la letra, aquellos y aquellas que nos alentaron a seguir estudiando, nuestros profesores y profesoras: la profesora Rosa Sánchez, que era la directora, mi profesora de primer años que no me acuerdo su nombre pero creo que se apellidaba Núñez, la profesora Yolanda, la profesora Chencha, la profesora María, la profesora Tacha, la profesora Luisita y a los profesores  Chacho Unzón y Guadalupe Collins; seguramente que mis compañeros y compañeras de ese entonces les recordarán también con mucho cariño; en aquel tiempo teníamos dos turnos, por la mañana las materias básicas normales y por la tarde tomábamos las clases caligrafía, artísticas, artesanías y deportes, y en el recreo jugábamos en el patio de la escuela a las canicas, al trompo, a las escondidas, al encantado,  y en el callejón al costado poniente de la escuela a las carreras, a los encantados y hasta  beisbol (en la primaria el futbol no se practicaba y el basquetbol muy poco).  

Yo nací en el Esterito, vivía atrás del antiguo hospital Salvatierra por la calle Revolución; así que todas las mañanas y tardes, los niños y niñas del barrio que íbamos a la 18,   la Ope mi hermana y Yo, junto la Tití y el Carlos de la familia Sánchez Duarte,  con  la Beco, y la Amor de la familia Morales Albañez, el Rafa Carrillo y el Chuchín Taylor, nos enfilábamos a la escuela 18 de marzo  a pié,  o bien en la pochita (Ford Modelo A) o la caguamita (Ford 52), carros que sucesivamente tuvo Raul, mi´apá, que trabajaba de dibujante en Obras Públicas en la antigua Casa de Gobierno; nos íbamos por la Revolución o por la Madero, cruzábamos el jardín Velasco y la Casa de Gobierno y bajábamos hasta el callejón 18 de Marzo por la independencia, cada quien a su salón, en el recreo a correr y jugar, a comprar melcochas, alfeñiques o pirulines, y de regreso, la misma travesía a la casa, para regresar de nuevo en la tarde a la escuela, obviamente, que cuando se podía nos íbamos  vagar un rato al sombreado Malecón.

No hay que olvidar que el lugar urbano, el lugar social, el predio, el lote, o como se le quiera llamar, con los tres edificios que ha habido en ese lugar,  ha sido destinado por el gobierno como escuela primaria desde hace 145 años, de los cuales durante 90 años estuvo en la edificación antigua y los 55 años restantes estuvo en la edificación moderna; pero durante 75 años fue la escuela primaria 18 de marzo; así que cada generación tuvo su propia experiencia, estudió y jugo en edificios diferentes pero construyó una misma identidad cultural y educativa en una misma escuela primaria que para algunas generaciones  fue la escuela No.3 y para otros la escuela 18 de marzo.

Este es un lugar histórico que los niños y niñas de la 18, y los adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores que egresamos de ahí, tenemos el compromiso moral para que el predio no se privatice, como hizo el gobierno con el predio de la antigua Casa de Gobierno en 2008,  pero no solo eso, hacer todo lo que esté a nuestro alcance para vuelva a ser nuestra escuela primara 18 de marzo.

Por compromisos con mis nietos, he planeado escribir en los próximos años una breve historia escolar de la Robles y la Torres Quintero; donde estudia uno, el Verne y donde entrará a estudiar el otro, el Tito Livio;  sin embargo por lo que ha pasado en la 18, en lo personal y en lo social, me gustaría empezar a escribir también una  breve historia de la escuela 18 de marzo para lo cual necesitamos recopilar fotos de los grupos, festividades y clausuras de la mayoría de las generaciones que podamos, contar con datos de alumnos, profesores y directivos  que pasaron por la 18 de Marzo, recordar cómo fue la edificación antigua, obtener testimonios de personas adultas y jóvenes que pasaron por las aulas de la 18;  y al mismo tiempo hacer todo lo posible para que la 18 de Marzo continúe siendo escuela en el mismo lugar donde estuvo hace 145 años, en la actual calle 16 de septiembre.

Por si alguien quiere compartir lo dicho en esta crónica, se pueden comunicar a los correos : gjpbanuelos@hotmail.com o gilbertojpb@uabcs.mx.

(*) Publicado en el periódico El Sudcaliforniano el domingo 24 de julio de 2016.

Casa original propiedad de Don Manuel Mansilla en la esquina del Callejón Delicias y la Calle Medellín en 1871 que sirvió como escuela de primeras letras para niñas y que en las primeras décadas del siglo XX se reconstruyó para la escuela primaria No.3 que en la década de 1940 tomó el nombre de 18 de Marzo. Fuente: AHPLM, 1871

Localización actual de la Escuela Primaria 18 en la Calle 16 de septiembre frente a la calle Esquerro, Elaboración propia con base en Google Earth, 2016.

Antigua Escuela No.3 cerca de la década de 1930 después llamada 18 de Marzo en la esquina del callejón 18 de Marzo y 16 de septiembre. Fuente: AHPLM.

Localización de la Escuela de Primeras Letras en el siglo XIX y de la Escuela No.3 en el siglo XX en la Calle Medellín (después Calle Central y 16 de Septiembre) esquina con el callejón Delicias (después callejón 18 de marzo, desaparecido),  elaboración propia con base en AHPLM, 1871, 1886

En el antiguo edificio de la escuela 18 de Marzo, una clausura de 1959 en la escuela 18 de Marzo en la antiguo edificio: atrás el profesor Santiago Unzón, profesor de 5º año, enseguida el niño Joel Alfaro Valle (hijo del Director de Educación en aquel año) y al micrófono el niño Gilberto Piñeda Bañuelos. Fuente: Archivo Familiar Piñeda Bañuelos.

En el nuevo edificio de la escuela 18 de marzo, la profesora Rosa Sánchez, Directora hablando en el micrófoco, en un clausura al inicio de la década de 1970. Fuente: Archivo Personal de Rosa Sánchez.

En el nuevo edificio de la escuela 18 de marzo, alumnos de 6º año de la escuela 18 de Marzo a finales de la década de 1960, con el profesor Carlos Castro Beltrán y la profesora Rosa Sánchez, Directora. Fuente: Archivo Personal de Rosa Sánchez

Grupo de 6º año de la escuela 18 de Marzo durante su graduación en 1987. Fuente: Archivo Familiar Piñeda Bañuelos.

Niños y niñas de  3º año de la escuela 18 de Marzo bailando en el patito durante la graduación en 1987. Fuente: Archivo Familiar Piñeda Bañuelos.

Niño Tito Fernando Piñeda Verdugo con sus padres el día  de su graduación de 6º año en la escuela 18 de Marzo en 1991. Fuente: Archivo Familiar Piñeda Bañuelos.

Grupo de 6º año de la escuela 18 de Marzo durante su graduación en 1991. Fuente: Archivo Familiar Piñeda Bañuelos.

Honores a la Bandera en el patio de la escuela 18 de Marzo durante la graduación de 1987. Fuente: Archivo Familiar Piñeda Bañuelos.

Niños y niñas de la escuela 18 de Marzo un día de clausura en 1987 (Bárbara Sáncez Abaroa, Vernna Alheida Piñeda Verdugo y Carlos Sanchez Ballardo, que terminaban el 6º año, junto con Beatriz Sánchez,, Tito FernandoPiñeda Verdugo e Iberia Sánchez Ballardo de 3º año que seguirían en la escuela). Fuente Archivo Familiar Piñeda Bañuelos.

Ancla 18
Ancla 19

#19

Un Domingo Dibujando En Guanajuato (*)

Gilberto Piñeda Bañuelos

El primer domingo de agosto de 2016 es día 7, un grupo de 45 jóvenes, 41 hombres y 4 mujeres, el 7 de agosto de 1971 egresábamos de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato con una misa en el templo de la compañía de Jesús a un costado de la Universidad y con una fiesta. Ya pasaron 45 años desde entonces y cada uno y una enfrentó la vida a su manera. En este tiempo siete compañeros ya fallecieron.

A propósito de Guanajuato, en la víspera de mi viaje para conmemorar los 45 años de haber egresado, me encontré entre mis archivos de la computadora un escrito que titulé “Crónica de un domingo en Guanajuato” que escribí el 18 de noviembre de 2013 desde allá para mi familia y amigos cercanos. En ese entonces  me encontraba en una estancia de investigación con motivo de mi año sabático que realicé en la Escuela de Arquitectura de la cual había egresado, y los fines de semana empecé una práctica que hace mucho tiempo no realizaba: el dibujo a lápiz  mano alzada del patrimonio cultural edificado. Guanajuato es un lugar especial para eso.

Esta es la crónica urbana que ahora comparto para quien la quiera leer y compartir. Dice la crónica: 

“Como todos los domingos, desde que llegue me dedico algunas horas del día a dibujar a mano alzada como nos enseñó el profesor Gallardo que nos daba las clases de Dibujo al Natural y Dibujo al Desnudo cuando estudiábamos arquitectura; una práctica que por falta de tiempo, en La Paz,  no había podido desarrollar; más bien porque no me doy el tiempo, no lo había hecho de manera frecuente. Como yo siempre busco algún pretexto para ponerme a trabajar en algo, no puedo estar sin hacer alguna cosa para mí importante; desde antes de venirme a Guanajuato al año sabático, por dentro, me hice el propósito, de que aquí en Guanajuato me pondría a practicar el oficio de dibujar, y que no iba a buscar algún pretexto para no hacerlo. Hasta hoy lo he cumplido, pues ya llevo, creo que siete dibujos.

Ayer domingo me levanté un poco tarde, pues la noche del viernes cuando terminó el Foro de Egresados por el 54 aniversario  nos fuimos a comer a la botana, en un restaurant que se llama La Clave Azul, en un callejoncito escondido por la plaza de San Fernando, los ocho compañeros de la generación que estuvimos en el Foro (Sylvia, Alicia, Firmo, Roberto, Knapp, Ayax, Ruteaga y yo), estuvimos como dos o tres horas platicando, y en ese inter me tomé una michelada y media y  comí papas enteras fritas con ajo y mucho aceite, sopa, taquitos, carnes, todo con mucho chile… me vine a trabajar a la escuela de Arquitectura, pero por la tarde-noche,  me empezó la molestia del estómago  y pase a la farmacia  por una emulsión, y llegando a la casa acudí al “botiquín homeopático”  para estos casos que me dio el Dr. Benitez, y empecé el autotratamiento,  aunque me levanté como tres veces en la noche, así que no pude dormir bien; afortunadamente  al otro día, el sábado,  amanecí bien, y seguí tomando los “chochitos” durante el día; ya por la tarde fui a comer a la casa de Sylvia y con Roberto, compañeros de la generación, y me regrese como a las cinco y media, que fue cuando hable con el Verne, el Tito y la Lulú, así que ese día estaba medio “traqueteadón”.

Como les digo,  me levanté tarde el domingo y como a las 11 de la mañana me fui a desayunar a un restaurante en el centro, cerca del Teatro Juárez, justo enfrente de lo que es la antigua Casa de Moneda que funcionó de 1827 a 1900, aunque no sé si el edificio es del siglo XVIII, y desde la mesa, mientras desayunaba me puse a dibujar una ventana de la antigua Casa de Moneda que se miraba a través de la puerta desde el restaurante; terminé de desayunar y seguí dibujando, mientras me tomaba otro café… estaría como una hora.

Cuando salí me fui caminando por la calle de Sopeña y me senté en una  banca frente a esta calle, mirando hacia el Jardín Unión frente al Teatro Juárez, aunque no se ven… pero desde ahí, en una “plazoletita” donde hay un frondoso árbol y vendedores ambulantes;  atrás de donde me senté se encuentra el Templo de San Francisco, construido en el siglo XVIII.  Ahí estuve por espacio de seis horas y me puse a dibujar una vieja casona, que no sé si es del siglo XVIII, que fue precisamente la casa donde vivía, porque ya falleció, del Fundador de la Escuela de Arquitectura en 1959, y que era el director cuando yo estaba estudiando, el arquitecto Víctor Manuel Villegas Monroy, que me dio clases de Historia del Arte y de la Arquitectura… La dibuje sin personas (porque estaba abarrotada la calle de sopeña, que ahora es peatonal, por el puente) pero le dejé los cables de teléfono que están colgando (si no dibujé las personas, debía haber quitado los cables… después me arrepentí).

No había tenido una experiencia como la que tuve, que en seguida les cuento, pues cuando dibujé el domingo antepasado la cúpula del Templo de Pardo, que está rumbo a Tepetapa, bajando al Jardín El Cantador, estuvo sentada en la misma banca donde estaba dibujando, una niña muy seria que venía de un pueblo cercano,  y me estuvo observando las casi dos horas que estuve dibujando, y al final, cuanto terminé  le pregunté:  “¿te gusta dibujar?..” y me dijo “sí, mucho…¿te gusta?...” y me dijo sí, está muy bonito… pero yo no sé dibujar así…  Sin embargo, éste domingo,  había tanta gente, que  fue interminable la cantidad de personas que se acercaron, niños, jóvenes y adultos, familias enteras, de ahí mismo de Guanajuato, de Puebla, del Distrito Federal, de Jalisco, y de otros estados, pero también extranjeros y extranjeras… Y es que el lugar era muy transitado, o sea “muy turisteado” y pues resultan lógicas las expresiones que les voy a contar, pero no dejan de ser estimulantes…Solo les cuento tres casos, de los muchos:

Una familia entera, con un niño muy entusiasmado con el dibujo, pasaron por primera vez cuando estaba empezando a dibujar y se quedaron algunos minutos viendo; el niño, luego, luego, dijo que estaba muy bonito, que se parecía mucho;  habían pasado dos o tres horas y volvían de regreso la misma familia, y se volvieron a quedar, ya estaba muy avanzado el dibujo, y el niño sorprendido, no se quería ir, tenía como 10 años… Otro fue  un grupo de jóvenes se acercaron y se quedaron a verme dibujar, y uno de ellos me preguntó…”¿A como los vendes?” “..No.. No lo vendo.. son para mí”, le contesté; me dijo que él estudiaba en la Escuela Superior de Arquitectura de Guadalajara, y dijo que le gustaba mucho el dibujo que estaba haciendo… Otro fue un grupo de jóvenes, una de ellas, fotógrafa, y después de un buen rato que se quedaron a verme dibujar, una de ellas, la fotógrafa me iba a tomar una foto dibujando, sin darme cuenta, y su amigo le dijo: “pero hay que pedirle permiso”… ”No hay problema, le dije, y ya.. hizo varias tomas, algunas de ellas desde la parte de atrás de la banca donde estaba dibujando, seguramente para que apareciera el dibujo y la casona en la misma imagen, no sé… Finalmente paso una familia de México-Americanos, completa, con tres hijos, dos adultos y un adulto mayor, que ese si era “gringo” completo,  pasaron de largo, pero  el “gringo” se quedó, y llamó a la familia que se le había adelantado, y se quedaron viendo dibujar, y los niños, que les gustaba mucho dibujar, según dijeron ellos mismos y sus padres lo confirmaron, estaban muy entusiasmados con lo que estaban viendo en el dibujo, y volteaban a verlo y a ver la casona, a buscarle parecido…

En estas seis horas que estuve dibujando, muchas personas se quedaron  a ver dibujar… Así que fui a comer hasta cerca de las 7 de la tarde, y lo más interesante es que no me cansé absolutamente nada, como suele suceder cuando uno trabaja tantas horas seguidas, me sentí muy bien con estas experiencias, pero aparte, me sentí bien dibujando… Se los envío para que los compartan.

Se me pasaba comentarles que durante las horas que estuve dibujando, justo atrás de mí, estaba un señor muy “alburero”, que cantaba sólo canciones de las décadas de 1960 y 1970, Bob Dylan, los Beatles, los Rolling Stones, etc., y estaba vendiendo discos de la época; y en una de esas, llegan los inspectores municipales, como suele suceder, en todos lados y le dijo que levantara la mercancía y le amenazó que si no lo hacía, se la iban decomisar;  en ese momento, suspendí el dibujo y nos pusimos a alegar juntos contra el inspector fiscal, aunque finalmente, el señor me dijo, delante del inspector: “bueno.. mejor lo levanto, pero son unos desgraciados corruptos, como no le quitan lo que se roba el presidente municipal..”, levantó  los discos y se fue.

Yo estaba terminando de dibujar, ya le estaba dandoo los últimos detalles, cuando una hora después, llegó de nuevo el mismo señor que había tenido que levantar su mercancía, se puso a un lado de mí, y me dijo… “pero si esta igualito, hasta las piedritas le puso…” …y pues todo esto… para mí…  este domingo en Guanajuato resultó ser no solo estimulante, sino que me dio un poco de confianza de que el oficio de dibujar sigue siendo algo de mí que había dejado guardado durante tantos años, no sé dónde… Tal vez en la prepa Morelos…En fin”

Aquí termina la crónica de ese domingo de noviembre de 2013 en Guanajuato.

(*) Publicado en el periódico El Sudcaliforniano el domingo 7 de agosto de 2016

Dibujo a lápiz sobre papel bond de cúpula en la parte posterior del Templo de Pardo del siglo XVIII  en la ciudad de Guanajuato.

Dibujo a lápiz sobre papel bond de Antigua casona del siglo XVIII en la calle de Sopeña en la ciudad de Guanajuato.

Dibujo a lápiz blanco sobre cartulina negra de ventana de la Alhóndiga de Granaditas del siglo XVII por la calle Mendizabal  en la ciudad de Guanajuato.

Dibujo a lápiz sobre papel bond de ventana con reja en la antigua casa de Moneda en la calle de Sopeña en la ciudad de Guanajuato.

Dibujo a lápiz sobre papel bond de Patio de Convento y cúpula en la parte posterior del Templo de Valenciana del siglo XVIII  en la ciudad de Guanajuato.

Dibujo a lápiz sobre papel bond de balcón en la Plaza de San Fernando  en la ciudad de Guanajuato.

Dibujo a lápiz sobre papel bond de cúpula en la Plaza y Templo de San Roque del siglo XVIII  en la ciudad de Guanajuato.

Dibujo a lápiz sobre papel bond de cúpulas en la parte posterior del Templo de Belén del siglo XVIII  en la ciudad de Guanajuato.

Ancla 20

#20

Palabras De Angel César Mendoza  Arámburo

Sobre La Paz Y  La Antigua Casa De Gobierno (*)

Gilberto Piñeda Bañuelos

Ya pasaron casi dos años y cinco meses del fallecimiento de Ángel César Mendoza Arámburo (q.e.p.d) quien fuera gobernador del estado de 1975 a 1981 y una de las obras públicas relevantes que recordábamos hace algunas semanas mientras actualizábamos  los estudios histórico-culturales del centro de la ciudad de La Paz fue la reconstrucción parcial que hizo de la antigua Casa de Gobierno y que nos cuenta en una entrevista video grabada que le hicimos  el 4 de agosto de 2008.  Esa entrevista es tan explícita que con los estudios históricos y arquitectónicos que estamos desarrollando en colectivo y lo que nos cuenta Ángel César en la entrevista, nos gustaría hacer algún video documental de difusión cultural, una vez que algún(a) estudiante de alguna carrera afín se interese en hacer su servicio social. 

Aquel día de hace 8 años, Ángel César  nos recibió amablemente en la biblioteca de su casa para realizarle la entrevista que había sido previamente acordada,  que para nosotros, en ese momento y actualmente, no solo tiene un gran valor moral e histórico, sino que es relevante para los paceños y paceñas, y de manera muy especial para la iniciativa emprendida desde el Centro de Documentación de Historia Urbana (CEDOHU UABCS) que se ha dado a la tarea de elaborar el diseño de la imagen urbana histórica  y el proyecto arquitectónico de reconstrucción de la Antigua Casa de Gobierno en toda la manzana  para instalar ahí un espacio cultural que de identidad al centro histórico donde funcione el Museo de Historia de La Paz integrado al Centro de Arte, Cultura y Tradiciones Populares, un diseño de imagen urbana y proyecto arquitectónico elaborado por estudiantes de Arquitectura del Instituto Tecnológico de La Paz, que esperamos sea respaldado en primerísimo lugar por los paceños que nacieron aquí y de los paceños que llegaron de otras partes a residir en La Paz, y esperemos que también por las instituciones educativas y culturales.

En lo personal, la entrevista con Ángel César en aquel verano de 2008,  en verdad me sorprendió muchísimo, pues soy y he sido un activista de la izquierda sudcaliforniana que en la época en que Ángel César fue Secretario general de Gobierno y después Gobernador, fui un opositor radical al régimen de gobierno priista que él representaba en ese momento; y sin embargo, después de haber terminado su mandato y durante la entrevista misma, siempre me trató con un enorme respeto, como pocos, lo cual debo agradecer post morten. En algún momento  de la entrevista  hablamos de este asunto, y recordamos juntos los diferentes momentos de controversia que vivimos,  como por ejemplo: cuando siendo secretario general de gobierno, junto a las familias de pescadores de El Esterito y del Manglito tomamos literalmente sus  oficinas en protesta por  un problema de descompresiones generalizadas que tuvieron de los buzos de la almeja voladora en la isla Ángel de la Guarda en  Bahía de Los Ángeles, donde se habían ido cientos de pescadores paceños a ganarse la vida;  las familias permanecieron por muchas horas en la oficina de Ángel César hasta que se comunicó  con el Secretario de Marina para que enviara unas fragatas para traer de la isla a La Paz a los pescadores, y con eso terminó la toma de las oficina… ambos sonreímos cuando recordábamos esas anécdotas.

Pero la entrevista fue acordada para hablar  sobre la reconstrucción de la  Antigua Casa de Gobierno y sobre sus recuerdos de La Paz “de antes”, una entrevista que duró más de 50 minutos que  inicia recordando las palabras dichas por él en el último informe de gobierno con la presencia del presidente José López Portillo que comentaremos en otra ocasión,  pasa a contar  su vida en la ciudad, su trabajo político-administrativo en la ciudad de México y su regreso a La Paz  en el Gobierno de Cervantes del Rio hasta el momento en que concluyó su mandato como gobernador  1981.  

Sobre su vida en la ciudad nos dice Ángel César:

“Mira mi jardín de niños fue en el Cristóbal Colón, la escuela primaria en la Venustiano Carranza que estaba anexa a la parroquia, en la secundaria estuvimos todos los paceños en la secundaria Morelos, y me fui en enero de 1951 a hacer mis estudios de preparatoria a México y después a la facultad de derecho de la Universidad, esa es mi historia estudiantil.  Y aquí pues obviamente que para el 81 todavía veías a La Paz parecidona a La Paz <<de antes>> , pero ya notabas algo… se notaba con algunos edificios sobre todo lo que hoy llamamos el centro histórico ya derrumbados pero se había iniciado construcción de muchos edificios también que no concordaban con la fisionomía, que no se respetó  desde luego la fisonomía que anteriormente tenia La Ciudad de La Paz, hablo de mis años [infantiles y juveniles], entonces ya empezaba a transformarse con su aspecto moderno pero sin respetar eso tan importante que era cuidar la fisionomía física de nuestra ciudad Capital.  

La ciudad de La Paz era famosa por sus casas añejas muy hermosas [en el cnetro de La paz] en casi todas ellas había un patio central que era donde las familias en épocas de verano, ahí conversábamos.  Por las noches en las banquetas de la ciudad, de toda la ciudad de La Paz salía a tomar el fresco del <<coromuel>> y a platicar sobre las inquietudes familiares;  era rara la casa que por las noches no estaban platicando las familias en las banquetas de la ciudad, esta es otra cosa también que se perdió. [Recuerdo que] en casi en todas las casas también había molinos de viento no teníamos sistema de agua potable entonces en las casas extraíamos el agua del patio por medio de pozos y en la gran mayoría de ellos había molinos de viento, en mi casa  había un molino de viento de esos, no de madera sino de los otros, metálico.

Yo recuerdo  que para 1945 ya existían [bien definidos] los barrios tradicionales El Esterito, El Manglito y El Choyal (que está ubicado en los alrededores del estadio de béisbol Arturo C. Nahl),  no había más,  La Paz cuando mucho llegaba  con una que otra casa donde está el Santuario Nuestra Señora de Guadalupe y por el lado del estadio hasta ahí llegaban las construcciones, el viejo aeropuerto es donde está ubicado el actual Palacio de Gobierno,  ahí yo todavía llegue de estudiante a La Paz en los dos primeros años, [precisamente] ahí aterrizaba el avión de Aeronaves de México. Sobre El esterito pues llegaba hasta el puente donde empieza el cerro de la Colina del Sol, esas eran las dimensiones de nuestra ciudad, hablo de  La Paz en  1950, en El Esterito  había un puente de madera improvisado donde está el puentecito que ahora nos comunica por el rumbo del Coromuel, [mientras] que el parque Jesús García se ubicaba  dónde ahora están las instalaciones de las oficinas del Seguro Social, que era el parque del Esterito donde también íbamos a jugar de niños;  y de los otros están el parque Cuauhtémoc por ejemplo que tenía aparte de otras cosas positivas, la pista de patinaje, ahí es donde íbamos a patinar los niños paceños en aquel tiempo,  también había otro parque que estaba por la calle cerca del  Centro de Salud por la 5 de mayo por ahí estaba también otro parque  recreativo lo recuerdo muy vagamente, [además del parque Revolución] creo que eran los únicos parques de la ciudad de La Paz y nuestra plazuela desde luego, mientras que el panteón de los Sanjuanes estaba muy retirado; totalmente fuera del núcleo urbano [cerca de ahí] había todavía unas ladrilleras que estuvieron funcionando durante muchos años antes  pero era otro destino muy distinto.

De niño y en mi época secundariana te puedo decir que los dos meses de vacaciones lo pasábamos <<casi, casi>> en El Mogote y El Coromuel,   había cantidad de almejas en los esteros, muchas jaibas, no llevábamos ningún alimento sino nada más la sal y los limones, porque era seguro que en el canal antes de llegar al mogote seguro pescábamos, y si no pescábamos había cantidad de almejas. En la época de las ciruelas de monte, también íbamos con cestos y canastos a aprovechar de las ciruelas tan ricas que se dan en tiempo de verano en El Mogote y en el cerro atravesado donde íbamos también a la ciruelas; en El Mogote las arenas eran tan calientes que realmente pocas veces hicimos esa faena de irnos de la playa hacia los arboles de ciruelos porque nos quemábamos mucho los pies, lo recuerdo perfectamente”, comenta Ángel César sobre La Paz.

En la parte baja del centro de La Paz había dos edificaciones monumentales dedicadas al comercio, una era La Perla de La Paz de la familia Ruffo y otra la Torre Eiffel de la familia González, sobre esta última, Ángel Cesar recuerda: “..era un símbolo de La Paz; mi papa tenía un comercito en las calles Degollado y Revolución frente al cuartel Pineda que ahí estaba;  entonces todas los días o por las tardes me enviaba a los “mandados” a comprarle a Ruffo, pues los utensilios que él compraba después el revendía ahí en su <<comercito>>, entonces pasaba yo todos los días por esa calle donde estaba La Torre Eiffel una zona muy bonita, estaba también enseguida una Arena de Box donde eran las funciones, pegado a La Torre  Eiffel, yendo para con Ruffo, en aquel entonces se decía ¿para dónde vas? ..Voy para abajo o sea camino a La Casa de Ruffo que estaba en la parte baja de la ciudad. No recuerdo cuando demolieron La Torre Eiffel, ese comercio era tan bonito, pero  no sé por qué se quitó, yo todavía  lo vi funcionando perfectamente,  me acuerdo tan bien del día de las madres, en la víspera que fui yo a comprar algunos regalitos muy modestos para mi mama ahí en la tienda de La Torre Eiffel que  competía en hermosura física el edificio con La Perla de La Paz”.  

Cuando le comentamos a Ángel César durante la entrevista que en nuestros estudios del centro histórico se estaba contemplando la reconstrucción de estos edificios emblemáticos, la respuesta fue muy clara: “..tu movimiento  … me parece desde luego pues muy saludable, ojala que las autoridades competentes coincidan también con este movimiento tuyo y nos dejen  saborear y gozar todavía de esta paz que tanto queremos de la Ciudad de La Paz”.  Fue en este  momento de la entrevista que entramos al fondo del asunto que nos ocupa que es el rescate del patrimonio cultural edificado en el centro histórico de la ciudad de La Paz, en especial de la antigua Casa de Gobierno. 

Nos dice Ángel César con toda claridad: “..mira yo sé que esta visita obedece precisamente a que quisieran saber un poco del porqué de la remodelación que se hizo como gobernante… quiero decirte que yo nunca fui partidario de echar abajo alguna obra para hacer otra, es decir, <<quítate tú, que yo voy ahora>>; no. Eso creo que no es muy digno,  entonces respetamos desde luego las obras que hicieron antecesores muy lindas por cierto pero desde que llegue yo como Secretario General de gobierno en 1965 era un clamor, no te  digo que era un murmullo, era un clamor de los paceños el por qué se habían hecho esas obras en el centro más histórico de la ciudad que era la plazuela,  habían tapado la calle Madero y habían hecho ahí un edificio para un cine pero tapaban la avenida Madero junto con la calle de Independencia se tenían que dar una vuelta muy grande y muy incómoda porque nuestro jardín Velasco tan bonito como lo teníamos se había transformado en otra cosa, había una obra ahí que parecía  no estar terminada donde había un pequeño anfiteatro habían tumbado algunos tamarindos, algunas palmeras y [se cuestionaba]por qué habían tumbado nuestro viejo Palacio de Gobierno esto era un clamor; por diversas situaciones que no vale la pena mencionar no se hizo nada, pero me toco la oportunidad de ser gobernador y desde el principio dije: <<tengo que transformar esa obra que tanto quieren los paceños, que tanto queremos los paceños>>… así fue cómo, en primer lugar abrimos la calle Madero entre  5 de mayo e independencia,  tumbamos ese …  cascaron que estaba ahí, así tuve que hacerlo porque no había más remedio de acuerdo con fotografías que teníamos de antes,  hicimos la transformación del jardín Velasco hasta donde pudimos hacerlo como era anteriormente y también dije: <<aunque no van a ser para oficinas de gobierno, vamos a reconstruir de nuevo lo que fue el palacio de gobierno que cuya construcción primera se inició en 1881>>,  te estoy hablando de 100 años.

  Desgraciadamente ya no me alcanzo el tiempo para hacer integra la obra porque tu recordaras reinauguramos todo este circuito ya a unos cuantos días de terminar mi gobierno pero sí se lo dejé, digámoslo así, de tarea para los próximos gobernantes que pudieran terminar esta obra así es como quedo la mitad pues creo que está ahí localizado de estacionamiento. Desgraciadamente si yo hubiera tenido tiempo y recursos termino la obra del antiguo Palacio de Gobierno pues ya ni tuvimos, ni uno ni otro…”.

Después de Ángel César siguieron  como gobernantes Alberto Alvarado Arámburo, Víctor Manuel Liceaga Ruibal, Guillermo Mercado Romero, Leonel Cota Montaño, Narciso Agúndez Montaño, Marcos Covarrubias Villaseñor  y nunca se terminó esa obra de reconstrucción de la antigua Casa de Gobierno; estamos en los primeros años del gobierno de  Carlos Mendoza Davis, hay tiempo para rescatar y reconstruir la antigua Casa de Gobierno  en toda la manzana donde estaría el Museo de Historia de La Paz.

¿Estarían de acuerdo en que así fuera? (cedohu@uabcs.mx)

(*) Publicada el domingo 28 de agosto de 2016 en el periódico El Sudcaliforniano.

RECORRIDO FOTOHISTÓRICO DE LA ANTIGUA CASA DE GOBIERNO

Panorámica del centro histórico de la ciudad de La Paz en la segunda mitad de la década de 1950 donde se observa la Casa de Gobierno y su jardín interior, tomada por Francisco Arámburo Salas.

Acto cívico frente a la antigua  Casa de Gobierno durante el gobierno del General Manuel Metza, el 20 de noviembre de 1918, AHPLM.

General Bonifacio Salinas Leal Gobernador del Territorio Sur de la Baja California y Jefe de la Zona Militar, 1959-1965, AGE.

Demolición de la Casa de Gobierno durante el Gobierno del General Bonifacio Salinas Leal en 1961-1962, AHPLM.

Demolición del Cine y reconstrucción de la Antigua Casa de Gobierno durante el Gobierno de Ángel César Mendoza Arámburo, 1980-1981, AHPLM.

Construcción del cine y oficinas modernas  en la manzana donde se encontraba la antigua casa de Gobierno durante el gobierno del General Bonifacio Salinas Leal. 1962, AGE.

Parte Frontal de la antigua Casa de Gobierno reconstruida durante el gobierno de Ángel César Mendoza Arámburo en 1981, AHPLM.

Lic. Ángel César Mendoza Arámburo siendo gobernador del Estado de Baja California Sur 1975-1981, BCSNOTICAS, 2014.

Ángel César Mendoza Arámburo con José López Portillo acompañados de Alberto Alvarado Arámburo el día de la inauguración de la reconstrucción de la antigua Casa de Gobierno en 1981, AHPLM.

Panorámica del estado actual del predio de la antigua Casa de Gobierno  reconstruida parcialmente en 1981 donde se encuentra actualmente el Centro de Arte, Tradiciones y Culturas Populares de Baja California Sur, CEDOHU, 2016.

Proyecto de imagen urbana de la Reconstrucción de la antigua Casa de Gobierno en toda la manzana para el Museo de Historia de La Paz y del Centro de Arte, Tradiciones y Cultura Populares, elaborado por Luis Felipe Ricardo Domínguez Gutiérrez y Diana Marisela Cisneros García, estudiantes de Arquitectura del ITLP, prestadores de servicio social y residentes en el CEDOHU UABCS.

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